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ES UNO DE LOS OCHO ASPIRANTES A LA CANDIDATURA OPOSITORA

Félix Maradiaga, el candidato que se une a la izquierda para ‘combatir’ a Ortega

Captura: Instagram
Captura: Instagram

El politólogo Félix Maradiaga es uno de los ocho precandidatos presidenciales de la oposición que hasta ahora han anunciado oficialmente su postulación para competir en los comicios de noviembre próximo contra el dictador Daniel Ortega.

El precandidato Maradiaga se ubica en el segundo lugar de las preferencias, detrás de Cristiana Chamorro, hija de la expresidenta Violeta Barrios de Chamorro, según la encuesta de Cid Gallup.

Aunque el inicio de Maradiaga en la política fue de la mano del liberalismo (derecha), en la actualidad se le vincula al sandinismo disidente y “progresista”, no solo por el uso del ‘lenguaje de género’ y de símbolos de la izquierda, sino también porque es el candidato único de la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB) –que aglutina a organizaciones sociales y políticas de izquierda y extrema izquierda– creada en octubre de 2018, seis meses después del estallido social en Nicaragua.

Aunque la organización que postula a Maradiaga no tiene personería jurídica que le permita correr en las presidenciales, espera poder competir con otros precandidatos de la llamada Coalición Nacional creada en febrero de 2020.

La Coalición está integrada por distintas organizaciones sociales y políticas, entre ellas dos partidos que si tienen personería jurídica para competir en las elecciones de noviembre. De esa competencia saldría un candidato.

Según la consulta de CID Gallup Maradiaga tiene una aceptación del 10.3%, superado por Chamorro con el 13.3% de opiniones favorables. Le siguen en la aprobación Juan Sebastián Chamorro con un 9.7% y el líder del Movimiento Campesino Medardo Mairena con 7.9%. Pero la encuesta, realizada en febrero, revela que el 62% de los nicaragüenses no tienen preferencias por ningún partido político.

Incursión en política

Maradiaga es graduado en Ciencias Políticas en la University of Mobile, en la ciudad de San Marcos, Nicaragua, cuenta con una maestría en Administración Pública de Harvard University y una maestría en ingeniería en Energías Renovables de la Universidad de Barcelona, España, según su currículo en la red profesional LinkedIn.

Aunque en su perfil profesional el político afirma haberse desempeñado durante 10 años como secretario general del ministerio de Defensa durante las administraciones de los expresidentes Arnoldo Alemán (1997-2002) y Enrique Bolaños (2002- dic 2006), su última biografía en el sitio web www.congress.gov del Congreso de Estados Unidos revela que solo ocupó el cargo durante la administración Bolaños.

Su mentor fue el reconocido político y expresidente del Partido Liberal Constitucionalista (PLC) Jaime Cuadra Somarriba, ministro de Defensa durante la administración del expresidente Alemán, quien fue acusado de corrupción y de pactar con Ortega en 1999, un desventajoso acuerdo para la democracia en Nicaragua, que permitió el retorno del sandinismo y la aniquilación política de su propio partido.

Según publica Maradiaga en su hoja de vida, él es un “reconocido experto en políticas públicas en Centroamérica y Sudamérica”. También destaca tener una “amplia experiencia en reformas al sector público, emprendimiento social y desarrollo organizacional”. Ha laborado como consultor y ha fundado varias organizaciones no gubernamentales. Todo lo anterior, según su cuenta en LinkedIn.

El último trabajo que se le conoce es la dirección ejecutiva del Instituto de Estudios Estratégicos y Política Públicas (IEEPP), hasta la fecha, según su biografía en el sitio www.congress.gov del gobierno de Estados Unidos, actualizada en enero de 2021.

El IEEPP fue una ONG hasta 2018, tras 15 años el régimen sandinista le retiró la personería jurídica.

Perseguido

En septiembre de 2018, un juez al servicio del régimen de Daniel Ortega emitió una orden de captura contra Maradiaga, pero él había partido para Estados Unidos donde radicó junto a su familia en la ciudad de Miami, durante más de un año.

El Ministerio Público le acusaba de ser autor de supuestos delitos de “crimen organizado y financiamiento al terrorismo”, una práctica empleada por Ortega contra los opositores a su régimen.

Tras su salida del país, Maradiaga se dedicó a denunciar al régimen sandinista en distintos foros internacionales.

2018 fue el año más fuerte de la represión en Nicaragua, el régimen asesinó a más de 300 ciudadanos que participaban en las protestas, encarceló a más de 800 personas por razones políticas y miles aún permanecen en el exilio.

Un año después de su salida de Nicaragua y tras la Ley de Amnistía que aprobó el régimen sandinista, Maradiaga retornó al país para integrarse a la UNAB.

El 28 de febrero pasado, Maradiaga postuló oficialmente su candidatura en un hotel en la ciudad de Managua, asegurando que su propuesta se basa en la confianza de que el país “saldrá de Ortega”, de la “pobreza y la corrupción”.

“La ruta que propongo es la misma ruta de abril. No vamos a permitir el olvido, la impunidad y acuerdos a espaldas del pueblo”, dijo.

Durante su lanzamiento, el precandidato prometió “mejor educación, autonomía universitaria, justicia, compromiso con campesinos y mujeres cansadas por la violación de sus derechos humanos, con el comerciante, con los médicos, con los maestros”.

En el evento protagonizó un exabrupto contra un periodista que le preguntó si contemplaba ser fórmula presidencial junto a Cristiana Chamorro.

Las criticas en las redes sociales no se hicieron esperar, Maradiaga se disculpó con el comunicador más tarde.

https://twitter.com/FloresJudith7/status/1374072667251339270

Señalado de corrupción

El discurso del candidato sobre transparencia anunciado durante su postulación parece no haber sido cumplido a lo largo de su trayectoria política. Así lo asegura el medio Trinchera de la Noticia que dirige el periodista Xavier Reyes Alba.

El trabajo periodístico señala a Maradiaga de varios casos de presunta corrupción durante su gestión como funcionario público.

De acuerdo con la investigación, el precandidato habría usufructuado fondos externos donados por Taiwán –destinados inicialmente para proyectos sociales–, y habrían sido usados para sobresueldos y el pago de sus estudios en Harvard, sin la autorización del presidente Enrique Bolaños. El presidente había autorizado la licencia de Maradiaga para estudios, pero no la aprobación de fondos.

Pese a no contar con la venia presidencial, el ministro de Defensa, José Adán Guerra, aprobó el desvío de fondos de Taiwán para Maradiaga, quien era el tercer funcionario de mayor rango en la institución.

La investigación también documenta el pago de un sueldo mensual a Maradiaga como funcionario público de $3.500 durante su permanencia en Harvard, siendo esta una aparente violación a la Ley de Servicio Civil y Carrera Administrativa, que establecía que los cursos o estudios profesionales podían cumplirse sin goce de salario.

La emprende contra el medio

La respuesta de Madariaga y sus seguidores ha sido descalificar al medio de comunicación que continúa con las investigaciones, y se ha referido al tema solo a través de sus redes sociales.

«Por eso nos atacan con sus mentiras, apuestan a que nos vamos a distraer y a frenar, pero se equivocan. Tengo las manos limpias y una fe de hierro de que vamos por la ruta correcta del cambio profundo de paz con libertad y de un futuro con memoria. ¡Nadie nos va a detener!”, publicó en su cuenta en Twitter sin responder a la solicitud de entrevista del medio.

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