El alcalde de la ciudad de Nueva York, Eric Adams, ha declarado este domingo el estado de emergencia debido a la escasez de leche maternizada tanto en la metrópolis como en todo el país.
Ante la falta de suministros, el alcalde ha dado permiso al Departamento de Protección al Consumidor y al Trabajador para evitar la disparidad y el aumento de precios. «La escasez de fórmula infantil en todo el país ha causado un dolor y una ansiedad inimaginables para las familias de Nueva York, y debemos actuar con urgencia», ha declarado Adams en el comunicado, recogido por la cadena CNN.
El regidor ha estimado que más del 40 por ciento de los minoristas se han quedado sin existencias y los precios están oscilando entre los 12 y los 20 euros por lata dependiendo del lugar, según la cadena.
El presidente Joe Biden acabó invocando el pasado miércoles una ley de Producción especial para tratar de incrementar el suministro en medio de una ruptura casi total de la cadena de distribución y de la desesperación de millones de padres
Entre la pandemia y el cierre en febrero de una enorme planta de laboratorios Abbott, uno de los principales productores de fórmula, por una investigación sobre las infecciones que comenzaron a padecer cuatro bebés tras ingerir su producto, cientos de familias estadounidenses se han quedado sin acceso a la leche.
