«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
La Gaceta de la Iberosfera
Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
LA OPOSICIÓN EN EL EXILIO EXIGE SANCIONES DIRECTAS AL RÉGIMEN

‘El poder o la muerte’: Daniel Ortega intensifica la cacería contra la disidencia antes de la farsa electoral del 7-N

Daniel Ortega, el tirano nicaragüense
El tirano nicaragüense Daniel Ortega. Reuters

Agentes de la policía ingresaron encapuchados, con perros y sin una orden judicial a la residencia y negocio de la opositora Jarineth Mendoza, presidente de la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia (ACJD) en el departamento de Río San Juan. Un nuevo atropello que ocurre a pocos días de las elecciones presidenciales. 

A medida que se acerca el 7 de noviembre, día de los comicios en Nicaragua, el régimen sigue reprimiendo a la oposición creando mayor tensión en el país ante la consolidación de un Estado policial. «Policía Sandinista está en mi casa y en el negocio de mi familia. Hay aproximadamente 10 policías, están amenazando a mi hermana. Cualquier cosa que nos pase es responsabilidad de la Policía y alcalde Jhony Gutiérrez», denunció en las redes sociales el hijo de Mendoza, Rodolfo Chamorro, también integrante de la ACJD. Chamorro denunció que la Policía dejó una citatoria para él y su madre, acusándoles de promover una campaña por el «no voto». 

La residencia del presidente departamental de Ciudadanos por la Libertad (CxL), Enner Sandoval, fue allanada por la Policía. El político logró salir del país antes de ser apresado.

Mientras la presidenta de la Cámara de Turismo, Lucy Valenti, renunció al cargo y se exilió luego de recibir amenazas de un personero del régimen sandinista.

Los últimos arrestados por el régimen de Daniel Ortega son los dos principales líderes del Consejo Superior de la Empresa Privada (COSEP), Michael Healy y Álvaro Vargas, presidente y vicepresidente, respectivamente de esa organización. Les acusa de presunto «lavado de activos» y de «menoscabar la soberanía». 

‘El poder o la muerte

Ortega ha desatado una cacería contra sus adversarios desde junio pasado, y la tendencia que lleva es la radicalización de su régimen.

Un análisis publicado por el sociólogo nicaragüense Oscar Vargas sostiene que el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo sigue la lógica de ‘el poder o la muerte’ con lo que no deja espacio a una salida negociada a la crisis que se agudizó tras el estallido social en abril de 2018. «Ortega piensa [que] los Estados Unidos no va a dar el paso de botarlo por otros medios; por lo tanto, las sanciones que pueden aplicar no ponen en peligro su poder. Mientras no le corten el financiamiento internacional, Ortega seguirá en su lógica de ‘el poder o la muerte'», acotó Vargas.

Ortega, que se impondrá por otro quinquenio con lo que sumará 20 años consecutivos en el poder sin incluir los 11 años del primer régimen sandinista, sigue recibiendo financiamiento de los organismos multilaterales, uno de los últimos préstamos fue otorgado por el Fondo Monetario Internacional (FMI) a finales de agosto por un monto de 353.5 millones de dólares para hacer frente al impacto económico generado por la pandemia y fortalecer las reservas internacionales.

En este sentido, Vargas sostiene que Ortega ha acumulado reservas internacionales previendo un corte del financiamiento.

Amenaza con más represión

La 51ª Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA) que se realizará virtualmente en Guatemala del 10 al 12 de noviembre, tres días después de las amañadas elecciones en Nicaragua, ha creado expectativas ante la valoración que hará el organismo sobre los comicios en la nación centroamericana.

En la última resolución aprobada el 20 de octubre por el Consejo Permanente de la OEA en la que exige la liberación inmediata de los siete aspirantes presidenciales y los presos políticos no descartó evaluar en la Asamblea General las elecciones en Nicaragua ni adoptar «otras acciones si fuese necesario». Un día después de esa resolución Daniel Ortega ordenó el encarcelamiento de los líderes del sector privado. «Si la OEA, en la Asamblea General del 10 de noviembre condena al régimen, todo indica que la represión va arreciar en lugar de amainar ya que se cambia el escenario político de manera desfavorable para Ortega», añadió Vargas.

La estimación del sociólogo fue confirmada por el propagandista de la dictadura sandinista, William Grigsby. “Los yanquis subvaloran a Daniel, la fuerza de la revolución, creen que Daniel juega y si te quieren apretar el cogote vos lo apretas más. La mejor defensa no es echar pie a tierra, es el ataque», advirtió.

«Si te quieren apretar el cogote, apreta vos. Aquí hay una lista grande [opositores] que no están detenidos, lista grande, de agentes yanquis. [Tenemos] nombre, apellido, función, cuáles son las tareas que tienen. Lo tenemos. Algunos se dedican a decir mentiras, otros a conspirar, hay de todo, una lista grande y plenamente identificados. En su momento les caerá la ley, así como le cayó a [Michael] Healy, y a [Álvaro] Vargas», amenazó el propagandista. 

El escenario en Nicaragua se complica ante la amenaza que representa Daniel Ortega para el país, el segundo más pobre de la región y ante la alarma de la comunidad internacional que hasta ahora ha designado algunas sanciones puntuales contra funcionarios y familiares de Ortega que ocupan cargos en el Estado. 

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) dijo que Nicaragua se ha transformado en un «Estado policial», que ha instaurado un «régimen de terror», mientras la oposición en el exilio sigue demandando sanciones directas para el régimen de Ortega y el no otorgamiento de más financiamiento.

.
Fondo newsletter