Guillermo Lasso ha sido investido este lunes como presidente de Ecuador en una ceremonia en la que ha recibido la banda presidencial y a la que han asistido 400 invitados, incluidas personalidades internacionales como el rey Felipe VI o el presidente brasileño, Jair Bolsonaro.
«Sí, juro», ha afirmado Lasso en el punto central del acto. También ha jurado su cargo, esta vez como vicepresidente, Alfredo Borrero Vega, acompañante de Lasso en las elecciones del 7 de febrero y el 11 de abril. En esa última fecha, Lasso se impuso al correísta Andrés Arauz.
Tras la investidura, el presidente saliente, Lenín Moreno, ha salido de la Asamblea Nacional saludando a numerosas personalidades en un gesto simbólico del traspaso del poder. Después, el propio Lasso se ha dirigido a la Asamblea visiblemente emocionado.
«Es un día de rememoración, pero sobre todo de renovación por el Gobierno que hoy nace y tiene la responsabilidad de guiar a Ecuador hacia un nuevo siglo de republicanismo ecuatoriano«, ha afirmado. «No hemos estado a la altura del sacrificio» de la Batalla de Pichincha y se ha referido a los altos niveles de desempleo, corrupción y a las carencias en la lucha contra la pandemia.
«Nuestros gobernantes nos han fallado (…) Traicionaron a nuestros principios fundacionales», ha remachado Lasso. «Todo eso termina este 24 de mayo (…) Termina la era de los caudillos«, ha asegurado en velada referencia a Rafael Correa, al tiempo que ha prometido una «lucha para recuperar el alma democrática de nuestro país» después de «diez años de autoritarismo».
«Gobernaremos para todos. Esto significa no gobernar a favor de un sector privilegiado, pero tampoco en contra de nadie (…) Se acabó la persecución política en el Ecuador», ha prometido.
Lasso ha prometido un «Ecuador del encuentro», lema de su campaña electoral, y ha anunciado una apertura del país al comercio internacional.
En lo que respecta a la epidemia de coronavirus, ha prometido que habrá «nueve millones de ecuatorianos vacunados en los primeros cien días de su mandato» y para ello ha planteado «poner los recursos del Consejo Nacional Electoral a disposición del pueblo ecuatoriano, para recuperar la salud del pueblo».
En sus agradecimientos, Lasso ha mencionado a su padre y ha recordado que le dijo antes de morir «hijo, tú estás en el lado correcto de la historia«.
La ceremonia ha estado dirigida por la presidenta de la Asamblea Nacional de Ecuador, Guadalupe Llori, que ha recordado que precisamente este 24 de mayo se cumplen 199 años desde la Batalla de Pichincha de 1822, en la que los independentistas lograron una victoria clave que permitió la toma de Quito y la región hoy constituida como Ecuador.
«Hoy es un día de celebración histórica, porque es el día de la Independencia del Ecuador, el día de la libertad y de la República soberana. Pero también es un día histórico porque después de más de una década se respira libertad y democracia en un cambio de mando», ha destacado Llori, miembro del partido indigenista Pachakutik.
Lasso participó antes de la toma de posesión en una misa celebrada en la Catedral Metropolitana de Quito.