La instalación de una Asamblea Constituyente en el Perú -impulsada por el comunista Pedro Castillo y su partido- provocaría un alto nivel de incertidumbre en la economía nacional, lo que la ralentizaría, afectando principalmente la inversión privada y la generación de empleo.
De acuerdo con el exministro de Economía (MEF) Miguel Castilla, esta incertidumbre “pasará factura al ciudadano de a pie que requiere trabajo y estabilidad”.
Castilla subrayó que el Perú necesita inversión, pero en caso se realice la Asamblea Constituyente las reglas de juego no serán favorables. “Hoy en día muchos consumidores están postergando decisiones. No entran a una deuda hipotecaria porque no se sabe qué condiciones exigirá el banco o tienen dudas sobre sus inmuebles [por las amenazas de expropiación]. Estas incertidumbres se tienen que zanjar”, dijo a Gestión.
En esa misma línea opina el economista Juan José García, director ejecutivo del Movimiento Respeto, quien advierte que no tendríamos que llegar a la instalación de una Asamblea Constituyente para que la economía peruana se deprima; tan solo la noticia de que se realizará un referéndum para consultar a los peruanos si están de acuerdo con que se realice provocará una fuga de capitales.
“Para que se instale una Asamblea Constituyente en el Perú primero tendría que haber un referéndum. Con solo la noticia de que vamos a tener un referéndum para decidir sobre su instalación, o de que los congresistas de Perú Libre impulsan esa iniciativa sin una modificación constitucional, vamos a tener una fuga de capitales. Solo la expectativa de que vamos a embarcarnos en un proceso de cambio de Constitución va a ser suficiente para hundir la economía peruana. Según Macroconsult, en menos de una semana de gobierno de Pedro Castillo, han tenido que corregir las expectativas de crecimiento e inversión privada de 19% al 2% este año. Un proceso del cambio de Constitución implica la suspensión de todas las reglas del juego, y nadie tiene claridad de lo que puede pasar en el país”, explica.
Antes de la segunda vuelta, los analistas económicos alertaron de que el plan de gobierno de Perú Libre -aun cuando fue renovado por los aliados “moderados” de Castillo- reduciría el dinamismo del gasto privado y podría llevar a un retroceso del PIB en el 2022, ya golpeado por los efectos de la crisis económica provocada por la pandemia del covid-19.
Para García, ni siquiera la elección de Pedro Francke -uno de los izquierdistas “moderados” que se sumaron a la campaña de Castillo- como titular del MEF calma por completo a los mercados.
“Francke es un economista heterodoxo, keynesiano, que buscaría impulsar el gasto, endeudar el país, aplicar todas las recetas que ya se ha probado que no funcionan. Francke no es sinónimo de moderación, aunque lo estén vendiendo como tal. Francke cree en fomentar el gasto a partir de recaudación tributaria y a partir de deuda para así hacer crecer la economía, cosa que claramente no funciona. Ahora, si bien hay que reconocer su esfuerzo de tratar de transmitir un mensaje de calma a los mercados, este es un mensaje que resulta poco creíble. Su designación como titular del MEF no calmó nada, porque no hay confianza en él debido a su discurso de años de aumentar impuestos, regular a las empresas privadas y endeudar el país. No es creíble un mensaje de calma viniendo de alguien como él”, comenta.
De acuerdo con el economista, en el caso de que no se logre bloquear el referéndum para instalar una Asamblea Constituyente, y el Perú termine yendo por un proceso de cambio de Constitución en el mediano plazo, el debate debería centrarse en como esta se modificaría, defendiendo el contenido de la carta vigente que sí ha funcionado en su capítulo económico.
“Si terminamos yendo por un proceso de cambio de Constitución, el debate ya no estaría en evitarlo, sino en como la vamos a modificar. Parte de esa modificación debe ser política, pero tiene que haber un componente de defensa de aquellas cosas que han funcionado, como el capítulo económico, que es lógicamente lo que busca cambiar Perú Libre. Ellos quieren cambiar el capítulo económico, quieren tomar el poder de los medios de producción del país, y eso no se puede permitir. En el pasado eso se dio, y el resultado fue un desastre. De hecho, cuando analizas los períodos recesivos que hemos tenido los últimos cien años, la Constitución del 79 es la que más inflación promedio generó al año, la que tuvo el menor crecimiento promedio al año. El 43% de los años que estuvo vigente, que son quince, estuvimos en contracción. Crecimos en promedio 0.1% al año y tuvimos una inflación promedio de 955% al año. La Constitución vigente, de 1993, es de lejos la mejor que hemos tenido si lo analizamos en el tema de desempeño económico. Tenemos que defender lo que sí funciona”, asevera.
“Toda Asamblea Constituyente es convocada por un gobierno de facto”
En declaraciones a Expreso, el exintegrante del Tribunal Constitucional (TC), Gerardo Eto, lamentó que el presidente Pedro Castillo haya insistido con la propuesta de modificar la Constitución y advirtió que solo los gobiernos de facto convocan asambleas constituyentes.
“Toda Asamblea Constituyente es convocada por un gobierno de facto (…) El artículo 206 establece que el Parlamento ordinario es el que puede modificar la Constitución”, explicó Eto, asegurando que el Poder Legislativo es la única institución del Estado que tendrá la decisión final sobre el tema.
Eto alertó sobre la posibilidad de que esta medida solo tenga la intención de perpetuar a su partido, Perú Libre, en el poder.
“Más de la mitad del país no desea una Asamblea Constituyente, porque esto significa cambiar las reglas del juego (…) [Se buscaría] incorporar una reelección presidencial, o una sucesión del poder, bajo los marcos de lo que se ha desarrollado en los países de fachada del socialismo del siglo XXI”, advirtió.
‘La Asamblea Constituyente es una amenaza’
La iniciativa ciudadana para frenar una Asamblea Constituyente, promovida por el abogado Lucas Ghersi, ha sido una de las pocas reacciones contra la voluntad del partido marxista-leninista Perú Libre de fabricar una nueva Carta Magna a su favor.
Para impedir que los comunistas bolivarianos consigan su propósito, Ghersi ha desplegado una recolección de firmas -el objetivo es lograr 4 millones de rúbricas- para proponer un referéndum al Congreso. Esta consulta tiene como objetivo modificar el artículo 206 de la Constitución para señalar de forma expresa que no puede cambiarse la Carta Magna a través de una Asamblea Constituyente, tal como lo plantea el congresista electo Guillermo Bermejo -acusado por pertenencia y afiliación a los remanentes de la organización terrorista Sendero Luminoso- y Perú Libre.
“La Asamblea Constituyente es una amenaza porque tiene poder ilimitado. Podría eliminar o suprimir los derechos fundamentales como la libertad de prensa, podría socavar el derecho fundamental a la propiedad, podría eliminar los límites a una reelección presidencial. Nadie puede controlar una Asamblea Constituyente, esto no puede suceder, no lo permitiremos”, dijo a Perú 21.