La Organización de Estados Americanos (OEA) ha aprobado este viernes una resolución que declara «ilegítimas» las elecciones del pasado domingo en Nicaragua, en las que fue reelegido Daniel Ortega para un cuarto mandato consecutivo, y pide al Consejo Permanente una «evaluación colectiva inmediata» con el fin de «tomar las acciones apropiadas».
En una votación al final de la 51 Asamblea General de la OEA, celebrada de manera virtual con Guatemala como país anfitrión, la resolución ha sido aprobada con el apoyo de 25 países, entre ellos Estados Unidos, Canadá, Costa Rica o Ecuador –parte del grupo que impulsó la resolución el pasado miércoles–, un voto en contra y siete abstenciones.
El voto en contra ha sido por parte de la propia Nicaragua, cuyo representante en la Asamblea, Michael Campbell, ha defendido que su país «merece respeto, no sanciones ni amenazas, no bloqueos ni actitudes belicosas».
«Hemos sido testigos de otro ataque contra el pueblo libre, digno y soberano de Nicaragua, que quedará registrado en la historia como una de las peores agresiones contra la democracia», ha defendido Campbell, quien ha recordado también «las violaciones a Derechos Humanos en Canadá», o la «persecución sistemática» de miles de líderes indígenas en Colombia, que también ha votado a favor de la resolución.
Finalmente, se han abstenido Honduras, México, San Vicente y las Granadinas, Santa Lucía, Belice, Bolivia y Dominica. El resto de países ha votado a favor, entre ellos Argentina, que se ha desmarcado así de los gobiernos boliviano y mexicano, con los que suele ir en la misma línea en otras votaciones.
De hecho, el embajador de Bolivia ante la OEA, Héctor Arce Zaconeta, ha criticado tras la votación «la injerencia en asuntos internos por parte de la OEA» y ha recordado el artículo 1 de la Carta de la Organización de los Estados Americanos, que estipula que ninguna disposición la «autoriza a intervenir en asuntos de la jurisdicción interna de los Estados miembros».
Según la resolución, las elecciones presidenciales del domingo en Nicaragua «no fueron libres, justas ni transparentes y no tienen legitimidad democrática«. El documento afirma además que las autoridades de Nicaragua han ignorado todas las recomendaciones de la organización.
Igualmente, indicar que los intentos de la OEA por promover la democracia en el país han sido ignorados por el Gobierno de Ortega, y pide la liberación de «todos los candidatos y presos políticos».
El secretario general de la OEA, Luis Almagro, ha defendido durante la rueda de prensa posterior a la Asamblea que la resolución demuestra «la voluntad» de los países miembro de la organización «de trabajar con Nicaragua y de lograr una solución». «No corresponde a la Secretaría General prejuzgar cuáles van a ser las decisiones que va a tomar el Consejo Permanente», ha aclarado Almagro. Está previsto que el órgano complete su evaluación colectiva antes del 30 de noviembre.
«El Consejo puede tomar diferentes decisiones como la realización de las gestiones diplomáticas necesarias, negociaciones, convocar una asamblea general extraordinaria… Estos son los instrumentos de que dispone para resolver esta crisis», ha aclarado Almagro, que en ningún caso se ha referido a una posible expulsión del país de la OEA, una posibilidad contemplada en el Artículo 21 de la Carta Democrática Interamericana.