La agresión de la extrema izquierda a catorce simpatizantes de VOX, entre ellos a un diputado nacional, y a veinte policías nacionales, en Vallecas el pasado miércoles en el acto de presentación de la candidatura de Rocío Monasterio a la presidencia de la Comunidad de Madrid en las elecciones del próximo 4 de mayo no ha motivado la condena de la Unión Europea.
Los ataques a VOX han sido una constante desde que este partido logró representación parlamentaria en el año 2018. Desde la famosa ‘alerta antifascista’ decretada por Pablo Iglesias, hoy candidato en Madrid, la demonización y la criminalización contra la formación liderada por Santiago Abascal, tercera fuerza política en España, no han hecho más que recrudecerse.
El pasado miércoles el ataque llegó con piedras, adoquines y botellas. Se escucharon llamamientos a repetir la matanza comunista en Paracuellos en los años 30 y vivas a ETA, la banda terrorista de ultraizquierda que acabó con la vida de casi 900 españoles y que hoy cuenta con su brazo político en las instituciones. Como en el resto de ocasiones, vino patrocinado por Podemos -destacados dirigentes jalearon en sus redes sociales el sabotaje al acto de precampaña de VOX en los días previos-, y contó con la complicidad del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, que dejó vendidos a los agentes al dar la orden de no blindar el acto y contener a las hordas comunistas. Pero la UE y el presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli, se mantienen callados.
El propio Sassoli sí se solidarizó la pasada semana con Iglesias tras el supuesto ataque a la sede de la formación en Cartagena (Murcia), en cuya investigación se contempla que sea un «autoataque». «En Europa no hay espacio para la violencia de ningún tipo, tampoco en política», subrayó en Twitter. En la misma red social, Iglesias agradeció el mensaje para enfatizar «el compromiso europeo con los valores democráticos» que representa Sassoli es «el mejor aliento para hacer frente a los violentos».
En noviembre, Iglesias y Sassoli mantuvieron una reunión telemática y ambos coincidieron en hacer frente a la acción de lo que ellos llaman «la extrema derecha» en numerosos países de la UE y que no es otra cosa que la disidencia al globalismo y a la agenda ideológica de la izquierda.
La carta de VOX a Sassoli
El jefe de la delegación de VOX en el Parlamento Europeo, Jorge Buxadé, ha enviado una carta al presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli, en la que exige una condena de la violencia y tomar acciones contra el movimiento “antifa”.
También ha enviado una notificación a todos los eurodiputados en la que asegura que ni el Parlamento ni ninguna institución comunitaria «puede seguir mirando hacia otro lado ante esta situación aberrante» y denuncia «el mensaje que ese silencio ensordecedor está enviando a la extrema izquierda, a los violentos y a quienes les financian y amparan entre las sombras». «Hablen. Actúen. Muestren firmeza. Desmárquense. O este Parlamento será cómplice y tan responsable como los violentos», ha añadido.