Está visto que en la Francia de hoy las apelaciones a viejas ideas del siglo pasado no tienen parroquia. En la primera vuelta de las presidenciales quedó claro que los partidos del consenso de posguerra (socialistas y gaullistas) se han hundido para siempre, y que nos movemos en un terreno sin cartografiar. Pero en este panorama hay una ideología en auge, el ecologismo, y la apuesta del presidente Emmanuel Macron para batir a su rival, Marine Le Pen, en la segunda vuelta incluye hacerse más verde que nadie.
La clave la tiene el tercer partido, la Francia Insumisa de Jean-Luc Mélenchon, cuyos votantes pueden decidir quién será el próximo presidente de la República Francesa. Su líder, nada más conocerse los resultados, ordenó a sus tropas votar por Macron, pero no todos parecen por la labor de obedecerle.
En una consulta promovida por el propio Mélenchon sobre cuáles eran sus intenciones de voto para el próximo día 24, el 37,65 por ciento dijo que elegirá votar en blanco; un tercio (33,4 por ciento) votará a Macron, mientras que el 28,96 por ciento se quedará en casa.
Pero la consulta tenía trampa: no incluía la opción «votar a Le Pen». Afortunadamente, existen empresas demoscópicas que se han ocupado de pulsar la opinión de los votantes radicales, con resultados ligeramente diferentes. Así, según una de las más seguidas, la mitad no votará, algo menos de un tercio se decantará por Macron y un sorprendente 25 por ciento lo hará por Marine Le Pen.
No sabemos qué encuestas maneja el Elíseo, pero sí que Macron ha pisado el «acelerador verde» en un intento por congraciarse con el voto ecologista. Es un claro elemento diferenciador: Marine Le Pen se ha mostrado más escéptica que cualquier otro candidato hacia las bondades de la lucha contra el cambio climático, ese fenómeno que nunca acaba de llegar y al que Occidente lleva décadas sacrificando su prosperidad económica y su seguridad energética.
Según un informe aparecido en el diario Le Monde, el actual presidente francés hizo mucho hincapié en su política al estilo del Green New Deal estadounidense durante una reunión el sábado, afirmando que convertiría a Francia en una «gran nación medioambiental». «Hemos sido dos veces más rápidos que los dos períodos anteriores de cinco años en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero», afirmó Macron. «Lo hemos reducido un 12 por ciento en cinco años». «Pero lo que nos ha vuelto a decir el IPCC (Panel Internacional sobre el Cambio Climático) es que no es suficiente, tenemos que ir el doble de rápido», continuó. «¿Sabes que? Lo haremos».
«La elección hoy es clara», también se dice que dijo el presidente. «La extrema derecha es un proyecto escéptico del clima, un proyecto que quiere abandonar las ambiciones climáticas de Europa, que quiere destruir los molinos de viento», agregó.