La ministra de Interior de Reino Unido, Priti Patel, ha anunciado una nueva legislación para combatir la inmigración ilegal y los abusos contra su sistema de asilo político. Así, introducirá nuevos delitos nuevos y endurecerá las penas para quienes intentan ingresar ilegalmente al país.
Lo hará en un momento en el que se han intensificado las entradas ilegales a través del Canal de la Mancha -hasta junio de 2021, casi 6.000-.
El Ejecutivo de Boris Johnson pretende a través del denominado proyecto de ley de Nacionalidad y Fronteras fijar un centro fuera de territorio británico para que los solicitantes de asilo esperen la resolución de su caso, ampliar de 14 años de cárcel a cadena perpetua la pena máxima para los traficantes y encarcelar hasta cuatro años a los inmigrantes ilegales, una pena que ahora es de seis meses.
La ministra ha señalado que los cambios permitirán que las autoridades expulsen a quienes no tienen derecho a permanecer en el territorio. «Estamos decididos a lograr un cambio duradero en el sistema para que sea justo para aquellos que necesitan nuestra ayuda cuando huyen de la persecución y necesitan asilo genuino», ha dicho.
Así, la pasada semana un portavoz del Ministerio del Interior afirmó que «el sistema de asilo no funciona». «No podemos quedarnos de brazos cruzados mientras las personas mueren al intentar cruzar el Canal. El nuevo plan dará la bienvenida a todos aquellos que lleguen al país a través de rutas seguras y legales, pero evitará a su vez cualquier abuso y la proliferación de redes criminales», afirmó.
El pasado mes de mayo, la propia ministra dijo que era parte de su deber legal y de responsabilidad (…) «expulsar a aquellos que no tienen el derecho legal de estar aquí», al tiempo que aseveró que «los británicos quieren un nuevo sistema que funcione para la mayoría respetuosa de la ley y contra aquellos que esperan abusar de nuestra hospitalidad y espíritu generoso».
