Más de 800 personas han sido encarceladas en Cuba en el último año por motivos políticos, según la ONG Prisoners Defenders, que ha constatado un aumento de la actividad represiva a raíz de las protestas convocadas por movimientos opositores en julio y noviembre.
En noviembre de 2020 había 134 presos políticos, pero hasta finales de octubre se habían registrado otros 671, lo que eleva el balance total del último año hasta los 805. Prisoners Defenders señala que la verificación completa es inalcanzable, por lo que teme que el dato solo sea «una pequeña fracción» del real. Así recuerda que en Cuba hay miles de presos de conciencia y políticos que, de forma anónima, no son reclamados por organización alguna y no se contemplan en las estadísticas.
La organización ha alertado del repunte represivo tras las movilizaciones del 11 de julio, que se tradujeron en más de 1.500 detenciones y provocaron que en noviembre de este año la lista de presos políticos incluyese 712 nombres. De ellos, 562 pertenecen directamente a la represión de julio.
Los procesamientos penales incluyen al menos a 23 menores de edad de entre 14 y 17 años, mientras que la media de edad de los manifestantes encarcelados ronda los 34 años, un dato que, según Prisoners, está muy por debajo del perfil demográfico»de la isla.
Entre los casos más significativos para la organización está el del líder de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), José Daniel Ferrer, detenido en julio.