El ex secretario de Defensa mexicano, Salvador Cienfuegos, se declaró este jueves no culpable de los cargos de tráfico de drogas de los que es acusado durante una audiencia virtual en un tribunal federal en Nueva York, donde será juzgado.
Cienfuegos, hasta hace dos años actor destacado en la guerra de México contra los cárteles de drogas, fue arrestado en el principal aeropuerto de Los Ángeles a mediados de octubre, en una operación de la Administración para el Control de Drogas estadounidense (DEA, por sus siglas en inglés).
La próxima audiencia ha sido fijada para el 18 de noviembre cuando Cienfuegos comparecerá por primera vez ante la juez Carol Amon, que presidirá su juicio. Edward Sapone, su abogado, afirmó que «Mi equipo legal y yo nos aseguraremos de que los derechos constitucionales del general Cienfuegos estén protegidos mientras lo defendemos con celo»,
Según la acusación, los delitos se cometieron entre 2015 a 2017, cuando Cienfuegos estaba al frente de la Secretaría de la Defensa Nacional de México. La acusación del Gobierno de EE.UU. contra el militar retirado afirma que está implicado en la producción, tráfico y distribución de 1.000 kilogramos de marihuana, 500 gramos o más de metanfetamina, 5 kilogramos o más de cocaína y 1 kilogramo de heroína.
Tensión de los vínculos diplomáticos entre México y EE.UU
Cienfuegos desempeñó el cargo de secretario de Defensa durante el mandato de Enrique Peña Nieto (2012-2018). Su arresto conmocionó al estamento militar y tensó los vínculos diplomáticos con Estados Unidos, especialmente la cooperación en seguridad, unos lazos que se han ido estrechando durante los últimos 30 años.
«Independientemente de si Cienfuegos es culpable o no, todo esto ahora está siendo cuestionado por las fuerzas armadas en México; están muy enojadas», dijo Arturo Sarukhan, ex embajador de México en Washington.
En una muestra de las crecientes tensiones, el presidente Andrés Manuel López Obrador criticó la falta de información compartida antes de la detención y cuestionó el papel de la DEA y otras agencias de Estados Unidos en México, afirmando que trabajaron de cerca durante años con funcionarios acusados de colaborar con criminales.
También informó que en breve anunciará una revisión de los términos de cooperación y de la forma en que se emiten las órdenes de arresto.