VOX se ha quedado solo este martes en las Cortes defendiendo su propuesta para suprimir las subvenciones publicas a los partidos, incluyendo las que se pagan para afrontar gastos de campaña.
Se trata de una de sus propuestas de resolución que se han sometido a votación en la Comisión Mixta (Congreso-Senado) y que todos los grupos han rechazado.
En concreto, VOX pretendía que el Parlamento instara al Gobierno a presentar sendas reformas de la Ley Electoral y de la Ley de Financiación de los Partidos Políticos con el fin de «eliminar las subvenciones públicas a los partidos políticos, fundaciones y demás entidades vinculadas o dependientes de ellos».
La propuesta de VOX busca que no se destinen recursos públicos a los partidos políticos, y «ahorrar dinero a los españoles y mucho trabajo al Tribunal de Cuentas».
Los partidos políticos con representación parlamentaria reciben cada año subvenciones para su funcionamiento ordinario y para seguridad. Para este año, y según los Presupuestos Generales en curso, se prevé repartir alrededor de 55 millones de euros (52,7 millones para funcionamiento ordinario y 2,70 para gastos de seguridad).
El objetivo de VOX es acabar con esos dos tipos de subvenciones públicas anuales, pero también quiere eliminar las otorgadas para costear gastos electorales en cada proceso electoral. Su apuesta es que se promueva y facilite la financiación privada de los partidos y sus fundaciones, garantizando la transparencia pública de las aportaciones recibidas.