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SE COMPLICA EL ÚLTIMO AÑO DE GOBIERNO PARA PIÑERA

Una exministra destituida durante el gobierno de Bachelet asume como presidenta del Senado chileno

Foto: Senado de Chile
Foto: Senado de Chile

La senadora izquierdista Yasna Provoste fue elegida nueva presidente del Senado chileno. Obtuvo 24 votos a su favor, mientras su contrincante, la carta del pacto oficialista Chile Vamos, José García Ruminot obtuvo 17 votos. El relevo se da después de que Adriana Muñoz (Partido Por La Democracia) dejara su cargo el martes.

Provoste ha sido una acérrima detractora del actual gobierno, y fue ministra de Educación en el primer período presidencial de Michelle Bachelet. No obstante, fue destituida de su cargo por el Congreso en el año 2008, por irregularidades financieras en la cartera que lideraba, prohibiéndosele ejercer un cargo público por cinco años. A pesar de eso, hoy lidera la Cámara Alta del Congreso de Chile.

La promoción de Provoste respondió a un acuerdo político y de administración de la oposición, pues se decidió que en esta oportunidad se impulsaría a una figura del partido Democracia Cristiana.

Durante su discurso de asunción del cargo, Provoeste se declaró abiertamente “opositora al gobierno del presidente Piñera”.

“Creo que nuestro país merece más de lo realizado por su gobierno. Por eso haré todos los esfuerzos que estén en nuestras manos para contribuir a lograr la más amplia unidad de la oposición para recuperar la confianza de la gente y construir un gobierno de mayoría”, aseguró.

Además, se refirió a la revuelta que Chile ha vivido desde octubre de 2019, al mencionar que “es mucho lo que ha sufrido el país y es mucho el sacrificio que sigue sobrellevando en una lucha incesante contra amenazas que aún le acechan”.

Ante los dichos de Provoste, el oficialismo reaccionó de manera inquieta. El senador de centro derecha, Juan Antonio Coloma (Unión Demócrata Independiente) pidió “no transformar al Senado en una trinchera política”. La nueva presidente del Senado respondió que “cuando las mujeres hablamos fuerte y claro, muchos varones entienden eso como una actitud belicosa. Yo seguiré siendo lo que soy: una mujer de carácter y de decir las cosas como son”.

Las preocupaciones del oficialismo son legítimas por su trayectoria política. Provoste fue ministra del expresidente Ricardo Lagos, de la cartera de Desarrollo Social y Familia, entre 2004 y 2006. En el año 2006 asumió como ministra de Educación durante el primer gobierno de Michelle Bachellet, época en la que comenzaron a gestarse irregularidades dentro de su cartera. En 2008 fue acusada constitucionalmente y fue destituida por el Senado, al haber sido encontrada culpable de dejar la Constitución y las leyes sin ejecución.

Contraloría encontró irregularidades financieras en la Secretaría Regional Ministerial (SEREMI) metropolitana de Educación por 262 mil millones de pesos chilenos, hecho conocido como el ‘Caso Subvenciones’.

Por ello, el Senado aprobó el capítulo primero que la acusó por “la no corrección de graves infracciones e irregularidades de la SEREMI metropolitana”, moción que obtuvo 20 votos a favor y 18 en contra. En consecuencia, se convirtió en la primera ministra de Estado en ser destituida desde el año 1990, es decir, desde el retorno a la democracia plena.

Ante esto, Provoste acusó al Estado de Chile ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos porque aseguró haber sido acusada por faltas no cometidas y por considerar que la resolución del Senado chileno fue “francamente injusta”.

No obstante, Yasna Provoste estuvo hasta el año 2013 inhabilitada para ejercer cargos en el servicio público. Luego, postuló como diputada en las elecciones de ese mismo año, ocasión en que salió electa por el periodo 2014-2018; y desde marzo de 2018 se desempeña como senadora por la 4º Circunscripción correspondiente a la Región de Atacama, en el norte de Chile. Su periodo finaliza en 2026.

Ahora, como presidente del Senado se la observa como una mala opción para el gobierno, pues al ser una de las más duras de la Democracia Cristiana, podrá controlar y dirigir la agenda legislativa en un escenario donde el oficialismo es minoría.

Un complicado contexto para el último año de gobierno del presidente Piñera, pues desde la Secretaría General de Gobierno no han podido negociar ningún tema legislativo con Provoste, como ocurrió con el proyecto “Aula Segura” –el cual busca robustecer las facultades de los directores de colegios, para que puedan expulsar de manera inmediata a alumnos que se vean involucrados en hechos graves de violencia– en 2018, iniciativa a la que ella se opuso.

Además, el pasado martes se abstuvo de la votación del Proyecto de Ley Juan Barrios que busca establecer como agravante el ataque incendiario de la cabina de los camiones, en el contexto de la insurrección desatada en La Araucanía por el Conflicto Mapuche.

Esta situación fue apenada por el diputado Miguel Mellado (Renovación Nacional), que representa la región de La Araucanía, quien afirmó que “Lamento profundamente que no tenga empatía con las víctimas de la violencia en la región. Entiendo que ella es de Antofagasta, donde no pasa nada de esto, pero hay una falta de empatía total producto de que fue asesinado un conductor en su camión, que es su casa. Fue atentar contra la vida de una persona, durmiendo. Dicho esto, espero que la actitud de la presidenta del Senado, Yasna Provoste, sea una actitud de Estado y no una actitud de una parcela parlamentaria de oposición, donde ella no vea las cosas con un cariz de Estado”.

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