El diputado de VOX Francisco José Contreras ha desmontado el sectarismo de la izquierda con la memoria histórica y ha asegurado que el nuevo proyecto de ley del Ejecutivo socialcomunista suprime en la practica la libertad de asociación, la libertad religiosa [ya que «abre la puerta a la expulsión de Los Benedictinos del Valle de los Caídos]», la libertad de reunión, la libertad de catedra, la libertad de expresión… «y establece cauces para un constante para un adoctrinamiento histórico de la sociedad».
«Fijar por decreto una interpretación partidaria de la historia, imponerla a toda la sociedad usando los instrumentos coercitivos del Estados es propio de déspotas, en los países libres el poder política no se arroga la omnisciencia histórica», ha denunciado Contreras en su intervención en el Congreso durante el debate de las enmiendas de totalidad de un proyecto de ley que amplía la ley vigente desde 2007, aprobaba bajo el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y mantenida por el PP.
Así, ha recordado afirmaciones de Largo Caballero, líder del PSOE, en las que llamaba a la revolución. «La radicalización del Partido Socialista fue la causa principal de la Guerra Civil, y tendría que pedir perdón por ello», ha declarado, al tiempo que ha aseverado que si el Frente Popular hubiera ganado la Guerra el resultado no habría sido una democracia, sino un régimen soviético».
Además, señaló que los más insoportable de esta ley es «la jerarquización de los muertos». «Se podrá honrar a García Lorca, pero a Ramiro de Maeztu; se podrá honrar a los fusilados por Yagüe, pero no a las 60.000 personas fusiladas en zona republicana simplemente por ser de derechas o católicas (…). No se podrá honrar a las enfermeras de Somiedo (Asturias), tres enfermeras voluntarias falangistas arrestadas por los milicianos, torturadas y violadas durante toda una noche y fusiladas al amanecer».