Tercer día consecutivo de Montoro en la portada de ABC, que debe de tener algo muy gordo para acosar al tipo que te puede mandar un batallón de inspectores: ‘Montoro está «esperando» que ABC «pase la raya» para ir «a los tribunales».
Ha ido en solitario, que mientras insistía en sus revelaciones la cosa ni siquiera rozaba la primera de los otros. Hasta hoy, a la fuerza ahorcan, tras la reprobación del ministro en el Congreso.
El País y El Mundo siguen mirando al tendido, que la Agencia Tributaria es lo más parecido que tiene el Estado moderno a la Gestapo, el KGB o la Stasi. Pero La Razón saca de tercera noticia que ‘Montoro rehúsa ahora dar la lista de beneficiados por la amnistía fiscal’.
ABC, naturalmente, responde al ministro en su editorial que «La verdad es nuestra raya, señor Montoro», porque los periodistas nunca hemos podido resistir la tentación de posar como sacerdotes de la verdad y debeladores purísimos del abuso de poder, como si en lugar de ser una profesión fuera una cruzada y en vez de escribir los diarios gente que tiene que llegar a fin de mes y pagar la hipoteca trabajaran en las redacciones ángeles incorpóreos.
Como no es así, es razonable que La Razón no encuentre especialmente noticioso que su presidente -y el de La Sexta, que no hay nada como apostar al negro y al rojo-, Mauricio Casals, ha sido acusado de fraude; prefiere, lógicamente, ir por la reacción inversa, y tampoco muy a lo grande: ‘Planeta se personará como acusación en la investigación por fraude al Grupo Zed’. Mucho mejor, ¿no?
La Razón, por cierto, que suele abrir con fotos por encima de la media en calidad e impacto, saca hoy una de esas horrorosas fotos de grupo que tan disuasorias resultan en el quiosco, y debajo unas declaraciones de Ana Pastor que confirma lo que tantas veces hemos señalado, a saber: que la derechita mediática necesita extremar su progresismo para hacerse perdonar.
Bajo el cintillo ‘1977-2017: Mujeres parlamentarias’, recoge el suspiro de la presidente del Congreso: «Qué bonito será el día que una mujer diga que hay que incluir hombres en las listas», lo que no deja de ser un disparate.
En primer lugar, no sería «bonito» en absoluto, pero da idea clara de que esto del feminismo nunca trató de la igualdad, sino de una especie de revancha intersexual. Si el que un hombre tenga que decir que hay que incluir mujeres en las listas porque no hay «suficientes» se considera «feo», ¿por qué va a ser «bonita» la misma situación en sentido inverso?
En segundo lugar, no sucederá nunca. La desigualdad en sentido inverso existe en muchos campos, sin que se denuncie o se comente como dato preocupante. Yo he leído con estos ojos que se ha de comer la tierra incluir como ejemplo de institución «paritaria» (sic) sociedades, consejos y claustros donde sólo hay mujeres.
Pero del progresismo, la derechita solo pilla la música, y sus intentos por sobresalir en él dan estos bochornosos resultados.
El País y El Mundo insisten en un ‘frente europeo’ contra el malvado Trump.
El País: ‘Merkel ofrece un frente en Europa por el libre comercio’. En el sumario cita la ‘lucha contra el cambio climático’, un asunto en el que, como todo el mundo sabe, se quiere hacer libérrimo el comercio.
En El Mundo, ‘Frente europeo contra el aislacionismo de Trump’. Dice que la canciller «lanza un mensaje rotundo a favor del libre comercio», pero no leo nada sobre el desmantelamiento de la PAC, la Política Agrícola Común, con lo que ya sabemos que es de mentirijillas.
Como todo.