«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Amnistía Internacional rechazó llamar a ETA grupo terrorista

La ONG exigió la puesta en libertad de los ‘Jordis’ y consideró que se trataba de presos políticos.


El nacionalismo, a través de sus terminales mediáticas habituales, celebró la petición de Amnistía Internacional en favor de la liberación de Jordi Sánchez y Jordi Cuixart, presidentes respectivamente de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) y Òmnium Cultural, encarcelados por un delito de sedición durante las protestas de los días 20 y 21 de septiembre en Barcelona.
En un comunicado, la ONG aseguró que la presentación de cargos contra los dos independentistas por un delito grave como es la sedición y su prisión provisional «constituyen restricciones excesivas de su derecho a la libertad de expresión y de reunión pacífica».
La ONG manifestó que la sedición «es un delito definido de una manera muy general que abarca una amplia variedad de actos, y que además puede comportar penas de hasta 10 años de cárcel».

‘No podemos definir a ETA como grupo terrorista’

Conviene acudir a la hemeroteca para entender la posición de Amnistía Internacional con respecto a Cataluña. En 2011, el presidente de la sección española de la ONG, Alfonso López Borgóñez, aseguró que su organización no consideraba a ETA una banda terrorista porque «no existe un acuerdo internacional sobre la definición del concepto terrorismo».
López Borgóñez, que se mostró a favor del acercamiento de presos etarras, abogó también por que se investigaran lo que denominó como «violaciones de derechos humanos» por parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
«No podemos definir como terrorista a este grupo ni a ningún otro porque nos falta ese elemento común global de posibilidad de definir a la gente como terrorista. No es culpa de Amnistía, sino en todo caso, de la gente que no se pone de acuerdo en la definición», sentenció López Borgóñez.
Las excusas de Amnistía Internacional para definir no definir a ETA como grupo terrorista fueron de lo más variopintas: «La palabra no es lo mismo en cada país, no hay un convenio internacional en el que se defina. En cada país es una cuestión diferente que afecta de forma diferente a la gente».
«Como son prácticas sobre las que cada gobierno legisla, cuando se habla de una guerra contra el terrorismo todos los gobiernos están plenamente a favor porque son ellos quienes dicen lo que es terrorismo, con lo cual, basta que cualquier dirigente diga que algo es terrorismo para que eso quede enmarcado en una norma», aseveró.
 

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