El partido liderado por Arnaldo Otegui, EH Bildu, se ha negado a firmar una declaración en el Ayuntamiento de Vitoria de «condena enérgica» a los ataques a la tumba y al monolito de Fernando Buesa y su escolta Jorge Díaz —asesinados por la banda terrorista ETA en el año 2000—. Esa misma declaración, que sí ha sido apoyada por el PSE, PP, PNV y Podemos, reivindicaba el apoyo a las familias de los asesinados.
La declaración institucional «condena enérgicamente estos hechos inadmisibles que ponen de manifiesto la falta de sensibilidad con las víctimas y el desprecio a su memoria». Asimismo, traslada su «solidaridad y apoyo a las familias de Fernando Buesa y Jorge Díez Elorza por estos injustificables ataques cometidos por quienes siguen sin entender que la memoria es el instrumento clave para construir una sociedad justa, pacífica y libre».
Esta denuncia, que explica que estos ataques «sólo aportan sufrimiento a las víctimas y a sus familias y van en contra de la buena convivencia y del derecho de la ciudadanía a vivir en paz», no ha sido firmada por los abertzales en el Ayuntamiento de Vitoria, que se han negado a apoyar la moción.
La alcaldesa de la ciudad alavesa ordenó, después de la vandalización, limpiar el monolito. Este jueves por la tarde la Fundación Fernando Buesa agradeció en redes sociales la rápida actuación de la corporación municipal, que apenas tardó unas horas. Hoy, sin embargo, ha vuelto a aparecer vandalizado el panteón donde reposan las cenizas de Fernando Buesa, con pintura negra sobre el nombre del asesinado por ETA.
La hija del exdirigente socialista ha lamentado en su cuenta de Twitter el ataque, que le ha «golpeado muy adentro». Además, ha añadido que «respiro mi dolor y me repito: que el hielo no penetre en mi corazón, que nunca deje de sentir ni pierda la sensibilidad ante el dolor ajeno. Seguiré cultivando semillas de amor y compasión frente al odio y la barbarie».
