La madre de uno de los dos guardias civiles ha escrito una carta en la que, sin ningún odio ni rencor, pide Justicia para las víctimas.
El juicio por la agresión a dos guardias civiles y sus parejas en Alsasua (Navarra) empieza este lunes en la Audiencia Nacional con la acusación de terrorismo que pesa sobre los 8 jóvenes acusados de estos hechos y para quienes el fiscal pide entre 12 y 62 años de cárcel.
La madre del teniente agredido, Inmaculada Fuentes, ha querido explicar en una misiva remitida a La Razón cómo afronta el juicio, cómo se encuentra su hijo y la única petición que hace a la Justicia.
La mujer explica en la misiva la determinación del su hijo por ser guardia civil y la indiferencia que le producía el destino al que le enviasen: ‘’Pensaba que cualquier lugar era bueno, pero no, hay sitios donde no nos quieren y se ocupan de dejarlo claro. Así recaló en Alsasua’’.
‘’Un día, cuando aún no había amanecido, sonó el teléfono. Mi reacción fue inmediata: «Ya está, ya está». No podía pensar nada más. Me sentí morir, me bloqueé, pero no me lo podía permitir, tenía que reaccionar. Sentí un dolor inmenso, incertidumbre, angustia, enfado, rabia. Pero lo que no sentí fue odio; eso no, eso me convertiría en lo mismo que ellos y nosotros no somos así. Desprecio y lástima, eso era lo único que obtendrían de mí. Cuando por fin lo pude ver, buscaba sin querer encontrar. ¿Qué le habían hecho? Una brutal e inhumana paliza por ser guardia civil y estar ganándose la confianza de la gente’’, se lamenta.
‘Las secuelas serán para siempre’
Tras una descripción sobre la brutal paliza que recibió el agente -tenía el tobillo destrozado y fue sometido a intervenciones quirúrgicas y rehabilitación- Fuentes resalta que ‘’nuestras vidas han cambiado. Las secuelas serán para siempre, pero nuestra fortaleza y determinación son ahora mucho más sólidas’’.
‘’Me gustaría que nadie tuviese que pasar nunca más por una situación así. Me da mucha pena esa gente que vive llena de odio y frustración. Debe ser muy triste no poder disfrutar de la vida’’, reflexiona.
Ahora el guardia civil, según explica la misiva, se encuentra en nuevo destino, feliz, y trabajando para proteger a los ciudadanos, que al fin y al cabo es su misión. La mujer aborda con nerviosismo el juicio que arranca este lunes: ‘’vuelve la tensión, la angustia, la tristeza, pero sé que sólo será cuestión de unos días’’.
Y desde la serenidad, sin rencor ni odio hacia los agresores de su hijo, sólo hace una petición: ‘’Confío en la Justicia. Pido a Dios que quienes tienen que dictar sentencia gocen de paz, serenidad y puedan tener la mente clara para así poder tomar las decisiones que sean más justas’’.
‘No fue una pelea de bar’
Fuentes lamenta que en este caso que se juzga este lunes en la Audiencia Nacional las fuerzas políticas «no estén al margen», ya que, en su opinión, «parece que quieren influir en la decisión judicial».
De esta forma se ha pronunciado Inmaculada Fuentes en «Herrera en COPE», donde, según informa la emisora en un comunicado, ha discrepado con la consideración de que lo sucedido fuera «una pelea de bar».
«Si no fuera tan triste me darían ganas de reír, pero es muy duro», ha señalado para recalcar a continuación que a su hijo «le molieron a palos», por lo que estuvo mas de seis meses de recuperación.
En la misma línea se ha pronunciado en una entrevista en «Más de uno» de Onda Cero, en la que, según señala la emisora, ha contado que su hijo se presentó en Alsasua «como quien era, sin pudor ni miedo», a diferencia de ella, que desde el primer día pensó que «no podría traer nada bueno».
«La mayoría del pueblo le recibió bien y eso no gustaba a la minoría», ha comentado, al tiempo que ha indicado que «el ambiente que puedes tener en cualquier lugar de España es diferente al de Alsasua. Ahora ha cambiado de pueblo y se siente como en su casa».
Fuentes, quien ha señalado que el alcalde de Alsasua de Geroa Bai no les ha dicho nada, ni han tenido noticias de él, ha valorado el cariño recibido de «la mayoría de gente de este país».
En cuanto a la acusación de delito de terrorismo que pesa sobre los ocho detenidos, ha manifestado que el Código Penal se modificó hace unos años y «estas actuaciones entran dentro de un posible delito de terrorismo».
«No lo digo yo, lo dice el juez: hay indicios de delito de terrorismo», ha concluido.
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