«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
La Gaceta de la Iberosfera
Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
DÍA DE LA HISPANIDAD

Desmontando la leyenda negra: las mentiras de la izquierda sobre la mayor gesta de la Historia

Monumento a Colón en Barcelona. Europa Press

El 12 de octubre de 1492, Cristóbal Colón comenzó la mayor gesta de la Historia de España: el Descubrimiento de América. Buena parte de la verdad de aquel momento crucial en la Historia ha sido borrada o manipulada a través de décadas de mentiras y tergiversaciones sobre lo que realmente implicó el paso del Imperio español por lo que hoy se conoce como Iberoamérica.

La leyenda negra, que surgió como el instrumento de las potencias rivales al Imperio en la pugna por la conquista, ha transmitido la errónea creencia de que los conquistadores españoles cometieron un genocidio de las culturas precolombinas.

En los años posteriores, ya en los siglos XX y XXI, muchos líderes iberoamericanos han dado por buena la leyenda negra, que también ha sido asumida por corrientes de izquierda en la propia nación. Tanto es así que en muchos libros que hoy se utilizan en colegios e institutos españoles se enseña una historia distinta a la original, siempre adaptada a la arrolladora corriente de lo «políticamente correcto».

Sin embargo, durante la Conquista de América, no hubo ningún genocidio.

Durante aquel momento histórico murieron indígenas debido a la guerra y, sobre todo, por las enfermedades contagiadas por los españoles: acontecimientos muy alejados de lo que se conoce como genocidio: la eliminación de una raza por la acción de otra.

En los asesinatos que se perpetraron durante la conquista de México o de Perú participaron muchos indígenas. Los españoles no se encontraron con una nación de indígenas sino con un mosaico de pueblos que hablaban diferentes idiomas y tenían diferentes culturas.

Para muchos de esos pueblos, la integración en la monarquía hispánica fue una liberación. Por ejemplo, en América Central, la mayor parte de los nativos se encontraban sometidos al Imperio mexicano. Tenochtitlan, la ciudad sagrada del pueblo mexica, era el centro de miles de sacrificios rituales, en muchas ocasiones de jóvenes cuyas muertes representaban una ofrenda para los dioses.

En el intento de la Corona española de proteger a los nativos, se promulgaron leyes para proteger a los nativos, e incluso se enviaron auditores para evitar los abusos. Para los Reyes, si el dominio de esas tierras se había atribuido a su patronado, los indígenas eran vasallos y, por lo tanto, no podían ser esclavizados.

A diferencia de otros imperios, como el inglés o el francés, España contribuyó al desarrollo de América creando ciudades con universidades y catedrales que rivalizaban en esplendor con las europeas.

Tan sólo en el siglo XVI se levantaron 210 instituciones hospitalarias en Nueva España. Así, Hernán Cortés fundó el primer hospital de América en 1524. Ubicado en México y bautizado con el nombre de La Concepción de Nuestra señora —ahora llamado Hospital de Jesús— todavía hoy presta servicio en el país centroamericano. Jorge Alvarado, Francisco Pizarro y Pedro de Valdivia fundaron otros en los años inmediatamente siguientes.

Además de la atención hospitalaria, la gran diferencia entre el modelo colonial español y el resto fue la creación de un sistema educativo completo y europeo para los nativos, los criollos y los españoles que habitaban esas tierras.

Las universidades fundadas en América siguieron el modelo de las españolas bajo el patronato real y las órdenes religiosas, como las de Salamanca (1218), Valladolid (1241) y Alcalá de Henares (1499). Así, 150.000 licenciados salieron de las universidades españolas en América desde el siglo XVI hasta las independencias.

España creó más bienes reconocidos como patrimonio cultural de la humanidad, más ciencia y desarrollo económico en su imperio que ningún país de las edades moderna y contemporánea.

TEMAS |
+ en
.
Fondo newsletter