A menos de una semana de las elecciones autonómicas y municipales, y en mitad de la batalla por hacerse con la gran mayoría de los votos de Ciudadanos, el Partido Popular ha anunciado la incorporación a su fundación —Reformismo21— del economista y exjefe de la delegación de la formación naranja en Bruselas Luis Garicano. Un fichaje «estratégico» que se enmarca en la renuncia del PP a dar la batalla ideológica a la izquierda y la asunción de todos los postulados de la Agenda 2030, «el evangelio» a juicio del exministro popular José Manuel García-Margallo.
Garicano, que en julio del año pasado renunció a su acta parlamentaria para asumir una plaza de profesor en la Universidad de Columbia, en Nueva York, pasará a formar parte de un «think tank» del que ya forman parte la exministra Fátima Báñez o el entrenador de tenis Toni Nadal.
Es un firme defensor de la agenda inmigracionista que provoca el «efecto llamada». Así, tildó de «repugnante» el discurso de VOX en defensa de la protección de las fronteras —la formación liderada por Santiago Abascal denuncia que las políticas de fronteras abiertas y las sociedades multiculturales han fracasado en Occidente y recuerda que países como Bélgica o Francia son el ejemplo más evidente— y aseguró este discurso «va en contra de los intereses de España». «Con los nacimientos de hoy y sin inmigración España perdería 17 millones de habitantes. Necesitamos más niños y más inmigrantes«, tuiteó en noviembre de 2021.
Además, defiende que «la evidencia científica es que hay una emergencia climática». «Estamos perdiendo la batalla contra el calentamiento global (…). La temperatura media del planeta ha subido 0.9 grados centígrados desde fines del siglo XIX y la mayor parte del calentamiento es reciente: los cinco años más cálidos han sido registrados desde 2010», afirmó en un artículo publicado en El País en 2018. «El problema del cambio climático es un problema político (…). Falta el coraje para poner en marcha soluciones a un problema que es existencial para nuestro planeta», continuó.
En 2019, trató de burlarse del PP, formación que ahora le ficha, al acusarles de tener «menos abogados del Estado y más toreros», y ser «neandertal en el aborto». Asimismo, como adalid del globalismo y defensor del régimen woke felicitó a George Soros tras ser premiado por Financial Times en 2018. «Merecida ‘Persona del año'», dijo, al tiempo que incidió en el «incansable trabajo por la libertad y las sociedades abiertas» de un magnate que rechaza la soberanía de las naciones y aboga por una «gobernanza mundial».
En esta línea, ante el COVID-19 se posicionó a favor de vulnerar el derecho de los no vacunados a viajar en transporte público, ir a la escuela o acudir a restaurantes, bares, etc. «No existe el derecho a poner en riesgo la vida de los demás», subrayó.
