El proceso de desindustrialización de España sigue su curso y el peso del sector en la economía de España, que en 2008 superaba el 26% del PIB, se situó al cierre del año 2021 en el 15,31%, lejos de países como Alemania, donde supone más del 30%, según el informe Una perspectiva económica de la situación de la industria en España 2022.
En datos de empleo, se han perdido más de 380.000 empleos desde el año 2008. La cifra de trabajadores en la industria se sitúa hoy en poco más de 2,36 millones (eran 2,74 hace quince años).
Un informe del Observatorio de Formación Profesional de CaixaBank Dualiza publicado el año pasado subrayó que la industria, especialmente la manufacturera, destruirá más de 200.000 trabajadores hasta el año 2030.
La Agenda España de VOX denuncia que los distintos obstáculos impuestos a la industria en España «por parte de las agendas globalistas» como la Agenda 2030 han debilitado el tejido productivo, «generando una pérdida de empresas y de empleo, y una reducción generalizada de salarios».
«España no puede someter a sus empresas a restricciones regulatorias o fiscales abusivas ni permanecer callada ante una política comercial de la Unión Europea que no garantiza una competencia leal y justa con los países terceros», recoge la formación liderada por Santiago Abascal en la Agenda España. Al mismo tiempo, sostiene que terceros países como Marruecos o China «se benefician de la deslocalización de fábricas o centrales energéticas» y que los productores españoles quedan absolutamente «asfixiados por la estricta regulación».
En este sentido, llama a «proteger a las empresas que tengan su sede y tributen en España, a apoyar la investigación nacional y la expansión internacional de las empresas españolas y a detener el cierre súbito de plantas industriales y energéticas provocado por las imposiciones de la nueva religión climática».
