Los separatistas buscan la forma de burlar los informes del Constitucional sin acabar declarando ante Llarena. Tras una hora de reunión, el portavoz de Junts per Catalunya (JxCAT), Eduard Pujol, comparece para afirmar que se avanza hacia el acuerdo.
El president en el exili convoca a su grupo en Bruselas -salvo los diputados investigados que no pueden salir de España por orden judicial- para evaluar las negociaciones. Es la continuación de la reunión mantenida este domingo con representantes de ERC para tratar de desbloquear la situación del sainete separatista, a saber: sesión de investidura “aplazada” a la espera de encontrar una fórmula para burlar los informes del Tribunal Constitucional sin acabar ante el juez Llarena, enfado y división entre el golpismo catalán y mensajes lapidarios de un Puigdemont con días malos, que también “es humano”.
Tras una hora de reunión, el portavoz de Junts per Catalunya (JxCAT), Eduard Pujol, ha comparecido ante la prensa para señalar que están «avanzando hacia el acuerdo» y ha pedido a la ciudadanía paciencia y tranquilidad porque hay esperanzas de cristalizar un acuerdo que desbloquee la situación política de Cataluña. Pujol ha dejado claro, eso sí, que hoy no habrá ningún anuncio de ningún gesto que permita averiguar por dónde van esos avances.
Más allá los primeros resultados de esa reunión en la que hay también dos miembros de la CUP, las novedades de la operación Cataluña son las que siguen:
Con un comunicado animando a seguir adelante y su última actividad en su cuenta de Twitter del 2 de febrero -mensaje contra el mantenimiento de la prisión preventiva para Joaquin Forn-, Carles Puigdemont niega en público el “esto se ha terminado” que lamenta en privado y se sigue erigiendo como el mejor candidato para la investidura.
L’argument per mantenir en @quimforn a presó és una violació escandalosa dels drets civils i polítics. Fa de la presó preventiva un mecanisme de segrest i coacció d’idees legítimes i democràtiques, que en Quim ha defensat i practicat de manera pacífica, convivencial i respectuosa
— Carles Puigdemont 🎗 (@KRLS) 2 de febrero de 2018
Ya desde Barcelona, su grupo -a través del diputado y exconseller Josep Rull- pide a ERC que esté «a la altura» y permita llegar a un acuerdo de investidura. Rull subraya en declaraciones a Rac1 que ambas formaciones -Juntos por Cataluña y ERC- están «trabajando» para perfilar la investidura.
Según Rull, JxCat y ERC tienen «una altísima responsabilidad» y deben estar «a la altura de esta responsabilidad», ante la «ofensiva absolutamente brutal» del Estado. «Hemos de estar a la altura y llegar a un acuerdo», ha recalcado.
«No callaremos. No tenemos miedo. Pretenden que estemos espantados y que no expliquemos nuestras convicciones. Continuaremos siendo independentistas y lo haremos como siempre lo hemos hecho, con convicciones democráticas y pacíficas», ha remarcado Rull.
La CUP, actor menos relevante que en la pasada legislatura pero todavía fuerza que cuenta en la Cataluña separatista, insiste en la proclamación de un presidente independentista para llevar adelante el sueño de la República catalana.
Davant la petició massiva d’exercir el dret a l’autodeterminació, l’única resposta de l’Estat ha estat la repressió… Plantem cara a l’estat autoritari, construïm República! #niunamés
https://t.co/edDoDOoLzz pic.twitter.com/Xbg1krIb9c
— CUP Països Catalans (@cupnacional) 5 de febrero de 2018
Y mientras, ERC, en clara falta de sintonía con la estrategia de Juntos por Cataluña, pide desde sus redes sociales la libertad de los suyos -Junqueras, entre otros- y solicita, a través de Tardá, un “diálogo bilateral” del gobierno español y el catalán para “alcanzar una resolución democrática a las demandas expresadas de manera permanente en Cataluña”.
Aparcado en Waterloo
Los socialistas de Iceta piden a las fuerzas independentistas que dejen a Carles Puigdemont «aparcado en Waterloo o en otra ciudad belga» y propongan otro candidato que pueda ejercer sus funciones, y advierten de que sugerir una Presidencia «simbólica» es «menospreciar» las instituciones de autogobierno.
El PSC, que no confía demasiado en el viaje de estudios de los separatistas a Bruselas, recuerdan que «esta fase negociadora no lleva a ningún sitio» y piden que la legislatura empiece a rodar: «abrir el Parlament cuesta 147.000 euros cada día y los diputados queremos ganarnos el sueldo».
Dimisión de Tardà
Más mensajes para el separatismo. Desde Reagrupament, la formación independentista integrada en el PDeCAT, se exige la dimisión del portavoz de ERC en el Congreso, Joan Tardà, por «intentar debilitar la figura» de Carles Puigdemont y representar un «estorbo» para el proceso soberanista. Se refieren, con eso del estorbo, a su convicción de que si fuera necesario sacrificar a Puigdemont habría que hacerlo, un mensaje que no ha calado demasiado bien, claro, entre las filas amigas del exiliado en Bruselas.
Reagrupament, que quiere «implementar la república» catalana con Puigdemont «al frente», ha arremetido contra Tardà por ser un «elemento nocivo para el correcto desarrollo del proceso».
(Seguirá ampliación)
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