El líder de Podemos, presentado como «político reconocido internacionalmente», no llena una sala de la Facultad de Filología de la Universidad Complutense y no acepta preguntas de los periodistas.
El líder de Podemos, Pablo Iglesias, ha vuelto a censurar el papel del Rey Felipe VI tras el golpe separatista del pasado mes de septiembre. Lo ha hecho después de que este domingo cargos de su partido -o de sus marcas afines- como la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y el líder de Catalunya en Comú, Xavier Domènech, volvieran a abrazar al separatismo en la manifestación para reclamar la libertad de los presos golpistas encarcelados, «contra la regresión de la democracia, los derechos y las libertades» y para que se busquen «espacios para el diálogo y la negociación política» para abordar la crisis catalana.
En la presentación de la obra Crisis Constitucional e Impulso Constituyente. Diálogos sobre España, escrita junto al catedrático de Derecho Constitucional por la Universidad de Sevilla, Javier Pérez Royo, que en su turno ha manifestado que «estamos viviendo una suspensión de facto de la Constitución», ha reconocido que respecto a la cuestión territorial España vive la situación más grave en los últimos 40 años tras la aplicación del artículo 155.
«Vivimos, como ha dicho Javier, en un Estado de Excepción Autonómico» tras la aplicación de un artículo excepcional», ha dicho, antes de asegurar que la Monarquía no ha sido capaz de «tejer consensos» y que el 3 de octubre el actual Jefe del Estado dejó por los menos a un tercio del país fuera de su discurso y se alineó con partidos concretos.
«No hace un discurso en catalán en el que llame a la concordia y al entendimiento sino que aparece delante de un cuadro de Carlos III con una porra en la mano diciendo dureza. Eso no habla de la estabilidad de un país y eso no habla de la capacidad de las principales constituciones para ofrecer orden y para ofrecer un acuerdo social, sino de una situación extremadamente preocupante», ha añadido.
En el discurso al que se ha referido Iglesias, Felipe VI denunció la «deslealtad inadmisible» de los dirigentes separatistas, a los que acusó de haber «quebrantado los principios democráticos de todo Estado de Derecho» y de haber «socavado la armonía y la convivencia en la propia sociedad catalana, llegando desgraciadamente a dividirla», y dijo que era «responsabilidad de los legítimos poderes del Estado asegurar el orden constitucional».
En su intervención en la Facultad de Filología de la Universidad Complutense de Madrid y ante una sala con varias decenas de asientos vacíos, Iglesias ha incidido en que en la actualidad «hay un Gobierno que desoye la voluntad del Parlamento, abusa de la facultad del veto, no se deja controlar y tiene enormes dificultades para aprobar los Presupuestos», todo «en un contexto en el que cabe preguntarse cual es la función de al monarquía en España, para qué sirve, con una situación de conflicto territorial sin precedente y con los pensionistas en la calle». A su juicio, España está ante una crisis política y constitucional que cuenta «con unos gobernantes atrincherados para no acabar en la cárcel y que son incapaces de ofrecer seguridad. «Están convirtiendo nuestra Constitución en papel mojado», ha finalizado.