«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
LANZA UN ALEGATO PROABORTISTA EN ARGENTINA

Montero dice que en España se mete en «camiones» a las mujeres que quieren abortar

La ministra de Igualdad, Irene Montero. Europa Press

La ministra de Igualdad, Irene Montero, ha estado esta semana de gira por Argentina, en un viaje en el que se le ha podido ver con el presidente del país, Alberto Fernández, la vicepresidente, Cristina Fernández de Kircher y las exministras socialistas Bibiana Aído y Leire Pajín.

Tras los diversos encuentros, la ministra del Gobierno de Pedro Sánchez participó como ponente en el foro La Ola Verde en América Latina y el Caribe, que tuvo lugar el jueves en Buenos Aires. Una reunión feminista con el crimen del aborto como eje conductor; crimen que, a finales de 2020, en plena pandemia, se aprobó en el país sudamericano.

«Vivimos con mucha emoción esa conquista«, reconoció Montero al principio de su intervención, en la que habló sobre el aborto y la educación sexual, reivindicando sus polémicas declaraciones de que los niños ―y, claro está, niñas y niñes― «pueden tener sexo con quien quieran».

La ministra de Igualdad hizo un reconocimiento público a Bibiana Aído, «la primera ministra de Igualdad de la historia de España», en el Gobierno del inefable José Luis Rodríguez Zapatero, porque «ella fue la responsable de la ley del aborto del año 2010» y ha sido una ministra «muy injustamente tratada en nuestro país». «Fue muy difícil sacar esa ley, los sectores reaccionarios sacaron muchas personas a la calle para tratar de oponerse al reconocimiento de este derecho», señaló Montero.

La ministra de Podemos indicó que el «control de los cuerpos» de las mujeres «es fundamental para sostener una estructura desigual de poder». «Y ese control se sostiene primero, sobre el control de nuestra sexualidad y, por tanto, también nuestra capacidad de decidir que ocurre si nos quedamos embarazadas». «Si decidimos continuar con ese embarazo y tener una criatura o si decidimos interrumpirlo», añadió. «Y también con la asignación de las tareas de los cuidados».

Montero afirmó que “el derecho al aborto y el derecho al cuidado son derechos fundamentales para garantizar” la autonomía de las mujeres. “Para que todas nosotras podamos ejercer esos derechos hay que repartir la riqueza, hay que repartir el tiempo, hay que repartir los cuidados y hay que garantizar que todas podamos hacerlo”, afirmó entre aplausos desaforados de las feministas que, pañuelo verde en mano, llenaban el recinto.

Montero señaló que el aborto es uno de los «derechos» que «más han unido a las feministas«, y uno de los que más rápido «se ve amenazado», ya sea por un «retroceso legal» o por medio de «dificultades al acceso efectivo» del mismo.

En el caso español, dijo, después de «la conquista» de la ley del aborto, el ministro Alberto Ruíz Gallardón «puso el foco» en la ley para «tratar de derogarla y de retroceder en derechos». «El movimiento feminista español tumbó a ese ministro, es decir, le obligó a dimitir», comentó, de nuevo, entre aplausos.

Montero aseguró que, en España, a pesar de tener una ley que reconoce «el derecho al aborto», se han producido «de forma sistemática acoso, por parte de los antiabortistas, a las clínicas» abortistas, «a las mujeres que van a interrumpir voluntariamente su embarazo y también al personal sanitario que trabaja en esas clínicas».

La ministra de Igualdad firmó que en España se produce un «acoso diario» y que a las mujeres las meten «en camiones, en furgonetas en las que les obligan a hacerse ecografías para poder mostrarles los fetos» e «intentar convencerlas de que no interrumpan el embarazo». También dijo que  se les llama «asesinas» y les hacen «pasillos para dificultarles la entrada» en las clínicas.

«Ahora estamos viendo ese intento de oposición también con el cuestionamiento muy fuerte de los sectores reaccionarios de la educación sexual, que es un pilar del acceso a los derechos sexuales y reproductivos», continuó.

«Independientemente de cuál sea su familia, los niños, las niñas, les niñes tienen derecho a saber que sus cuerpos son válidos, que tratar bien está bien y tratar mal está mal, que pueden amar a quien quieran y tener sexo con quien quieran, que tienen el derecho al aborto», afirmó reincidiendo en las polémicas declaraciones del pasado octubre en el Congreso de los Diputados. «Han realizado una campaña muy fuerte, y nos han acusado de pederastas«, añadió.

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