La inmigración ilegal que proviene desde Argelia está desde hace años bajo la vigilancia diversas autoridades policiales y de la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas (FRONTEX). La alta radicalización (islamista) existente en muchos de los países de origen de los inmigrantes ilegales que optan por esta ruta ha motivado que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (FyCSE) redoblen sus esfuerzos en los últimos meses.
Según fuentes consultadas por La Gaceta de la Iberosfera, hoy las FyCSE analizan todas aquellas imágenes que los inmigrantes ilegales provenientes de Argelia comparten en redes sociales. Grupos de Facebook, perfiles de TikTok o algunas páginas de Instagram están siendo monitorizadas por los agentes de las FCSE en busca de gestos concretos y otros indicios que puedan evidenciar una posible relación entre la inmigración ilegal y la yihad islámica.
Uno de los gestos más buscados por los agentes es el del tawhid, un saludo que se efectúa con el dedo índice elevado y que es utilizado por muchas personas musulmana para significar la creencia en la unidad de Alá, pero que en los últimos años ha sido adoptada como gesto propagandístico del Estado Islámico y de aquellos que buscan reivindicar la interpretación más fundamentalista del Islam. Cuando ISIS usa el tawhid está afirmando una ideología que exige la destrucción de Occidente, así como cualquier forma de pluralismo. Para los fieles más radicalizados también muestra su creencia en que dominarán el mundo.
Soldados del Califato en Argelia
Siria, Egipto, Afganistán, Túnez, Yemen, etc, son algunos de los países de origen de los inmigrantes ilegales interceptados en Almería, Murcia, Alicante o Baleares, y que han optado por la ruta que conecta Argelia con España para ingresar ilegalmente en territorio europeo. Los agentes prestan especial atención sobre los individuos que provienen de estos países no ignoran la presencia de la corriente yihadista Jund al-Khilafah in Algeria (Soldados del Califato en tierras de Argelia) y su expansión en el territorio argelino.
Los últimos operativos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en materia de terrorismo yihadista han puesto de manifiesto la expansión de la corriente Jund al-Khilafah in Algeria (JAK-A). Según un informe del Consejo de Seguridad de la ONU, la corriente apareció el 13 de septiembre de 2014 cuando varios altos jefes militares de la región central de Al-Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) se escindieron y proclamaron su lealtad al Estado Islámico de Iraq y el Levante.
JAK-A es conocido principalmente por el secuestro y posterior decapitación del ciudadano francés Hervé Gourdel en septiembre de 2014. Desde entonces, JAK-A ha reivindicado la autoría de ataques contra la policía y los gendarmes en Argelia y ha seguido planeando atentados, entre ellos uno doble en dos aeropuertos de Argelia, que fue frustrado por agentes de seguridad argelinos.
En octubre del año pasado, durante la «Operación ARBAC«, fueron detenidos un total de cinco yihadistas de origen argelino y pertenecientes a JAK-A. Llevaban tiempo siendo monitorizados por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, el Centro Nacional de Inteligencia (CNI), los servicios de inteligencia de Argelia, el FBI y las Brigadas Provinciales de Información de Barcelona, Gerona y Madrid.
Estos yihadistas accedieron a territorio español a través de las rutas que conectan Argelia con las costas de Almería, Murcia, zona de Levante y Baleares. En este punto fue esencial la colaboración de las autoridades españolas con los servicios de inteligencia de Argelia, colaboración que podría verse afectada en mitad de las actuales turbulencias políticas en un momento en el que la célula JAK-A se encuentra activa en la zona norte del país magrebí.
Así, la ruta de la inmigración ilegal que une Argelia y España «está siendo aprovechada por aquellos perfiles más radicalizados que buscan ingresar en Europa sin ser detectados», según fuentes policiales.
La inferioridad numérica de los agentes en algunas áreas del litoral de Almería y zona de Levante, y que ha sido denunciada en numerosas ocasiones por diversos colectivos policiales, ocasiona que muchas de las embarcaciones provenientes de territorio argelino escapen a todo tipo de control policial, con el consiguiente peligro para la seguridad en España que conlleva.