La convocatoria desató una expectación sin precedentes y los fieles se vieron obligados a alquilar un pabellón en los Campos Elíseos de la Feria de Lérida
El jeque argelino Abdalá Azhar Seniqra, que tiene prohibido enseñar el islam en su país por su extremismo, participó en una maratoniana jornada de predicación en Lérida el pasado fin de semana. Seniqra es uno de los doctrinarios salafistas más activo y rechaza la integración de los jóvenes musulmanes en la sociedad occidental.
El salafismo, tendencia del islam que surgió en la península arábiga, ha incitado a numerosos musulmanes a cometer ataques contra el mundo occidental. En junio 2016, el terrorista Larossi Abballa invitaba a los jóvenes a dar un paso más y empuñar las armas tras asesinar a un matrimonio de policías.
Nacido en Argel hace 58 años, aunque su formación religioso tuvo lugar en Medina (Arabia Saudí), Seniqra estuvo en Lérida pronunciando sermones en arabe, clases de exégesis del Corán, explicando los cuatro fundamentos de su doctrina religiosa y las reglas del ayuno.
La convocatoria desató una expectación sin precedentes y los fieles se vieron obligados a alquilar un pabellón en los Campos Elíseo de la Feria de Lérida. Numerosos musulmanes se acercaron desde todas las partes de España e incluso Francia, donde el imán cuenta con una legión de seguidores.
Aunque no hay imágenes del acto, sus sermones fueron transmitidos al castellano mediante una aplicación. Conviene recordar que muchos musulmanes residentes en España no manejan el árabe
Según El Confidencial, el jeque rechazó fotografiarse en el acto porque considera pecado tomar imágenes de seres humanos. En sus discursos, su consultorio online o su canal de Telegram, Azhar Seniqra sostiene, por ejemplo, que “Occidente es nefasto” y por eso los musulmanes que viven en él “tienen mucho mérito ante Alá”.
Arabia Saudí y Qatar, al frente de la financiación
Las grandes mezquitas occidentales tienen patrocinadores comunes, Arabia Saudí y Qatar, y ofrecen una imagen muy diferente al resto de pequeños centros de rezo que se reparten por las ciudades. El ejemplo perfecto es Madrid, donde la conocida como ‘mezquita de la M-30 es un lujoso complejo de más de 12.000 m2 y 6 plantas construidos íntegramente con dinero saudí. De hecho, el país árabe entregó unos 12 millones de euros para erigir un templo al wahabismo en España con muros de mármol, un enorme minarete y exposiciones acerca de la vida del profeta Mahoma.
La gestión del centro corre a cargo del país arábigo, que envía a su propio personal y enseña su doctrina de interpretar el islam. No es su única mezquita en España. Algunas de las más lujosas son la de Málaga, Fuengirola o Marbella, construidas por expreso deseo por el príncipe saudí Abdul Aziz Al-Saud.
Otro de los grandes mecenas islámicos en Occidente es Qatar, que en 2015 publicó un plan para abrir 150 mezquitas en España hasta 2020. La intención del Emirato era instalar los centros de oración en ciudades satélite de las grandes urbes, como Madrid o Barcelona, donde consideran que el ambiente es más propicio para su plan de expansión del islamismo.
Qatar ha sido acusado en numerosas ocasiones de financiar a los terroristas del Estado Islámico. En marzo de 2015, el responsable de la Secretaría de Terrorismo e Inteligencia financiera de Estados Unidos, David Cohen, hablaba del soporte de Qatar a miembros del Estado Islámico en Siria y denunciaba una legislación «demasiado permisiva» con determinadas donaciones de particulares a personas e instituciones relacionadas con el terrorismo.