«Un intelectual español hablando de federalismo es como un marido alcohólico o maltratador gritando», dijo.
El nuevo consejero de Políticas Digitales y Administración Pública, Jordi Puigneró, también publicó comentarios ofensivos hacia los españoles.
«Un intelectual español hablando de federalismo es como un marido alcohólico o un maltratador gritando que cambiará el día que su mujer está haciendo las maletas», dijo en noviembre de 2012. Ese mismo año tuiteó: «¿Sabéis cuál es la diferencia entre un español y un mongol? Una medalla?».
Asimismo, en su hemeroteca tuitera tampoco faltan referencias al «ADN de los españoles» -«la colaboración público-privada forma parte del ADN catalán; en cambio los que queréis todo y solo público es ADN jacobino español (sic)», dijo-, y tampoco los tópicos habituales entre los partidarios del delirio separatista, como «España nos roba» o el «España es Turquía». «Puigdemont en libertad. Bélgica no es España. España es Turquia», aseveró.
Puigneró siguió la línea hispanófoba de Quim Torra, que en un artículo de Torra en el que aseguraba que la mayoría de los catalanes eran «bestias, carroñeros, víboras y hienas» y tenían taras genéticas por no ser separatistas.
Cabe señalar que este miércoles, Torra explicó que una de las prioridades de su mandato es «restituir» el anterior Govern de Carles Puigdemont y emplazó a sus nuevos consejeros a mantener un «contacto periódico» con sus antecesores «en el exilio y en prisión».
Torra viajó hasta Waterloo (Bélgica), un día después de firmar un nuevo decreto de nombramiento de los consejeros que formarán su Govern, sustituyendo a los que se encuentran en prisión -Jordi Turull y Josep Rull- o huidos en Bélgica -Antoni Comín y Lluís Puig-, para desbloquear la toma de posesión. En la llamada «casa de la república» en Waterloo, donde se alojó el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont hasta que fue detenido en Alemania, Torra se reunió con los exconsejeros Antoni Comín, Lluís Puig y Meritxell Serret.
Fue en cierto modo un acto de desagravio y para dejar claro que su «objetivo» y su «compromiso» como president sigue siendo la «restitución» del anterior Govern. «El día más feliz de mi presidencia será cuando podamos volver a investir al president Puigdemont», finalizó.