La última subida se ha debido a la tensión política en Arabia Saudí.
La economía española mira en las últimas fechas a Cataluña tras el desafío a la ley y la salida masiva de empresas -han trasladado su sede social a otros puntos de España casi 2.300 desde el pasado 1 de octubre, según datos del Colegio de Registradores de España- y el injustificado boicot a los productos catalanes -el 23 % de los consumidores españoles, sin incluir a Cataluña, ha dejado de comprar y otro 21 % se plantea hacerlo en el futuro, según el informe «El impacto del desafío independentista en la reputación de las empresas catalanas», elaborado por Reputation Institute.
Este estudio señala también que en el caso de que Cataluña accediera a la independencia, el 49,1 % de los consumidores españoles, sin contar a los catalanes, dejaría de comprar productos de esa comunidad autónoma, lo que se traduciría en una pérdida de 20.000 millones de euros para las empresas catalanas.
Pero este no es el único problema al que se enfrenta. España tiene por delante otra amenaza: la subida del precio del petróleo.
El barril de Brent cotiza sobre los 64 dólares, un nivel que no se veía desde hace dos años, y acumula un ascenso del 43% en los últimos cuatro meses.
La última subida se ha debido a la tensión política en Arabia Saudí tras la detención y el bloqueo de las cuentas bancarias de decenas de príncipes y responsables políticos.
El jefe de la Guardia Nacional, Muteb Bin Abdulá; el multimillonario Al Walid bin Talal; el ministro de Economía, Adel bin Mohamed, y varios magnates de los medios de información, fueron detenidos el pasado 5 de noviembre junto a funcionarios acusados de corrupción, en una purga sin precedentes en Arabia Saudí. Estas detenciones fueron ordenadas por el príncipe heredero, Mohamed bin Salman, y cuyo objetivo fue, según la agencia oficial saudí, SPA, investigar casos de corrupción que han sido detectados en el reino.
El petróleo ha sido uno de los principales motores en la recuperación de la economía española. El descenso de su precio, al no disponer apenas de yacimientos propios, ha servido para mejorar los datos macroeconómicos y la creación de empleo. Cabe señalar que España debe importar la práctica totalidad del petróleo que consume y que este representa el 40% de la energía primaria total.
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