Podemos acatará la sentencia judicial que obliga al partido a readmitir como trabajador al exdiputado Miguel Vila pese a que la número dos de la formación, Irene Montero, ha considerado que «es un poco raro que trabaje en un partido político un miembro de otro».
En una entrevista en la Cadena Ser, Irene Montero ha hablado en estos términos sobre la sentencia del Juzgado de lo Social número 36 de Madrid que dio la razón a Vila, pues considera que su despido fue una «reacción ilícita frente a la afinidad política» del exdiputado -próximo al exnúmero dos, Íñigo Errejón- y una vulneración de los artículos 14 y 24 de la Constitución.
Preguntada sobre si readmitirán al empleado, Irene Montero ha respondido que «obviamente» van a cumplir la sentencia.
Vila trabajó desde octubre de 2014 como técnico de imagen y sonido para Podemos y fue elegido diputado por la circunscripción de Burgos en las elecciones de diciembre de 2015 y en la repetición electoral de junio de 2016.
Por esa razón, causó baja en la Seguridad Social y alta en el régimen especial de parlamentarios hasta que las Cortes se disolvieron el 5 de marzo de este año.
Pidió a Podemos su reingreso a su puesto de trabajo, pero obtuvo una negativa como respuesta. El partido argumentó no tener constancia de que en su momento solicitara una excedencia forzosa por ser elegido diputado, sino una baja voluntaria como empleado.
La jueza entra en las causas del despido, que el exdiputado vinculó directamente con su escasa afinidad con el «denominado sector ‘pablista'».
Por otro lado, Irene Montero ha restado importancia a la marcha a Más País de la senadora de Adelante Andalucía, Esperanza Gómez, que era hasta ayer miembro de Podemos, y ha dicho que lo importante de los partidos «no son sus burocracias ni sus direcciones» sino sus bases.
«Estamos ante unas elecciones en las que vamos a medir ese apoyo», ha afirmado Irene Montero.