No es la primera vez que los separatistas intentan que salga adelante su propuesta de sacar del Código Penal las injurias a la Corona y los ultrajes a España.
El Pleno del Congreso ha rechazado este martes la propuesta de ERC de despenalizar las injurias a la Corona, en un debate sobre el que ha planeado la condena a España del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), que entiende que la quema de fotos del Rey es libertad de expresión
Con 249 votos en contra de PP, PSOE, Ciudadanos y algunos miembros del grupo mixto, el pleno ha rechazado la toma en consideración de la proposición de ley de ERC.
No es la primera vez que los separatistas intentan que salga adelante su propuesta de sacar del Código Penal las injurias a la Corona y los ultrajes a España. Lo hizo en 2008, 2011 y 2012 sin éxito e, incluso, en diciembre de 2016 en la Comisión de Justicia de la Cámara, que tampoco le apoyó.
Ha sido el diputado de ERC Gabriel Rufián el encargado de defenderla, en una intervención con la que ha pretendido convencer al PSOE para que se pusiera de su parte, ya que de PP y Ciudadanos «nada» esperaba.
Tras enumerar una serie de ejemplos que, para él, son ofensas a la patria, como «perder 40.000 millones en un rescate bancario», Rufián se ha dirigido al PSOE para preguntarle qué haría tras la sentencia del TEDH.
«Les pido que salgan del bloque del 155. Hoy esperamos, y prácticamente todo el país espera, que acerquen un poquito España a Estrasburgo y la alejen de Ankara. Espero al mejor PSOE, al PSOE digno que dio tantas tardes de gloria a este Congreso», ha dicho Rufián.
Pero de nada le ha servido, porque el diputado socialista José Andrés Torres Mora ha sido tajante al rechazar la propuesta y ha dicho: «La libertad no es hacer mi capricho, sino que alguien no me someta al suyo». También ha acusado al partido de Rufián de no querer despenalizar la crítica, sino de pretender «convalidar la violencia verbal».
«¿Es que no hieren las palabras, no marginan, no arruinan la vida?», se ha preguntado Torres Mora antes de pedir a ERC que no confunda la democracia «con la tiranía de la mayoría» y de reiterar su voto en contra a una propuesta «que no es republicana» ni de «izquierdas».
Silvia Valmaña, del PP, no ha ahorrado críticas a los proponentes porque han presentado un «esperpento alegremente secundado» por otros partidos, según ha dicho después de asegurar que el Código Penal protege valores constitucionales y no en concreto a la persona que ostenta la Corona.
Valmaña ha pedido que se lea bien la sentencia del TEDH porque no invalida los tipos penales que ERC pretendía derogar, y ha resaltado que 16 países europeos castigan con penas de cárcel los delitos contra los símbolos.
«Por respeto a los españoles, también de ustedes, votaremos en contra», ha recalcado.
Desde Ciudadanos, José Manuel Villegas ha reprochado a ERC que quiera despenalizar actuaciones que protagonizan los propios republicanos catalanes y sus juventudes. «Son ustedes los que queman y pisotean los símbolos de la nación española. La expresión de su odio a España, su intento por humillar a los españoles, tiene límites y lo marca la ley», ha enfatizado.
En el lado de los contrarios a la propuesta se ha situado el diputado de UPN Carlos Salvador, para quien la libertad de expresión no es un derecho sin límites, o Isidro Martínez, de Foro Asturias, quien ha mencionado a países que, como Francia o Alemania, castigan esos agravios y son «repúblicas tradicionalmente protectoras de la libertad de expresión».
La iniciativa ha tenido defensores, como Unidos Podemos, que en boca de Marcelo Expósito ha opinado que la patria y la democracia «no se defienden abriendo la puerta para que se penalice a quienes critican el orden político», y ha denunciado la criminalización y represión de normas como la Ley de Seguridad Ciudadana, la de Enjuiciamiento Criminal o la reforma del Código Penal.
Otro grupo que ha expresado su apoyo ha sido el PNV. Su diputado Mikel Legarda ha insistido en que el debate no es sobre la monarquía o los símbolos, sino sobre la democracia, que debe prevalecer en caso de conflicto, por muy injustas y oprobiosas que parezcan en ocasiones algunas declaraciones sobre los símbolos.
Oskar Matute, de Bildu; Marta Sorlí, de Compromís, y Feliu-Joan Guillaumes, del PDeCAT, también ha respaldado la iniciativa.