El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont critica los medios de comunicación «españoles» y los compara con los «catalanes», ejemplo de pluralidad. También se refiere a España como un Estado pendiente de una verdadera regeneración democrática.
El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha intervenido en la presentación del libro «Maestros de la entrevista», del periodista de TV3 Antoni d’Armengol, con la participación de los también periodistas Jordi Basté (Rac1) y Antoni Bassas (Ara).
Puigdemont ha considerado que el Estado es un «sistema carcomido» por «vicios» acumulados desde la Transición que, a su juicio, han impedido una «regeneración democrática». «Mientras era sostenible, era asimilable y no pasaba nada, pero en estos momentos el carcoma es muy grande y el material empieza a resentirse», ha avisado.
«Han pasado 40 años de las primeras elecciones -en España- y hay vicios de un pecado original que no se han superado», ha añadido el presidente catalán, que ha subrayado la «herencia viciada de la Transición» y ha manifestado sus “dudas” de que el Estado tenga capacidad de «regeneración democrática». Sobre todo tras ver la entrevista de Jórdi Évole al polémico comsiario Villarejo, donde éste reveló algunos presuntos asuntos turbios del Estado y cuyas declaraciones «habrían representado un escándalo de proporciones siderales en cualquier otro país», a juicio de Puigdemont. «La hedor de las cloacas en este nivel se debe sentir más allá del Estado español», ha añadido.
En este sentido, el president ha subrayado que «no es propio de democracias» que cuando se descubren hechos así «no pase nada». Puigdemont ha asegurado que lo que interesa es que el comisario «se explique en sede parlamentaria» y se ha mostrado sorprendido de que este interés no esté en el Congreso. «Ha dicho cosas muy gordas y me cuesta creer que el Congreso no tenga interés en preguntar ni en saber. No sé de que tienen miedo «, ha remachado.
La “pluralidad” de los medios catalanes
Lo más sorprendente de su intervención, sin embargo, llegó cuando el president criticó «la ausencia de pluralidad de los medios españoles con Cataluña». Dice que publican información «totalmente falsa», algo que no ocurriría con los medios catalanes, “de los que nos podemos sentir orgullosos”.
Puigdemont se mostró “preocupado” por un panorama mediático español que estaría condenando a España, “porque la salud democrática de un país tiene que ver con la salud de los medios que tiene».
Así, contra el proceso de degeneración en el que estaría sumida España, Puigdemont ofrece una “oportunidad de regeneración democrática»: la secesión catalana.
“Una de las virtudes que puede tener el proceso de independencia de Cataluña es este zarandeo democrático de estructuras básicas que no se habían removido ni durante la transición”, ha agregado.
En 1990, tal y como informó La Gaceta, Jordi Pujol diseñó el llamado “Programa 2000”, un programa de ingeniería social cuyo objetivo era “extender el nacionalismo a todos los ámbitos sociales”. También en los medios de comunicación, sobre todo en los medios de comunicación. En el apartado “medios de comunicación” se proponían “lograr que los medios de comunicación públicos dependientes de la Generalitat sigan siendo unos transmisores eficaces del modelo nacional catalán. Para ello se utilizará y difundirá de forma clara los conceptos relativos a la identidad nacional catalana”.
Dolça Catalunya informa cómo el “modelo nacional catalán” de comunicación ha sido alimentado con más de 400 millones de euros en estos años de poder nacionalista, y 12,7 millones sólo en 2016.
