El día que reclamó el crucifijo para jurar su cargo como alcalde desafió a la corrección política y se colgó la etiqueta de miembro del Partido Popular de los que siguen creyendo en el PP de siempre. ¿Cómo ve la situación interna de la formación a la que representa? ¿Por qué decantarse por Pablo Casado y no por otro de los aspirantes a presidir el PP? De todo eso charlamos en esta entrevista. Con ustedes, Borja Gutiérrez.
Alcalde de Brunete (Madrid) desde 2011, Borja Gutiérrez, Ingeniero Técnico Industrial, es uno de los pocos que todavía conserva la mayoría absoluta para la formación en la región -logró 10 concejales de 17 y más de la mitad de los votos-. Se declara provida, rechaza la Ley de Memoria Histórica y reconoce que no concibe su vida sin la fe en Dios, motivo por el que pidió el crucifijo cuando juró su cargo como regidor, y huye de los complejos al asegurar que es una persona «de derechas». Más de uno estará pensando ahora que qué hace entonces -o más bien todavía- Borja Gutiérrez en el Partido Popular. Vamos a preguntárselo:
-Alcalde y miembro del PP, vamos a empezar por lo segundo: ¿cómo valora la situación de su partido?
Bueno, estamos en una situación de transición, vivimos un proceso excepcional porque hasta el día de hoy se habían elegido los líderes de forma unilateral. Ahora por primera vez hay primarias y un periodo democrático en el que concurren seis candidatos a las elecciones. Tenemos que aprovechar este momento para tener memoria y empezar a recuperar los principios fundacionales del PP que no es que se hayan perdido, sino creo que se han olvidado.
–¿Cree que el resultado del congreso respetará la voluntad de los militantes? ¿Puede haber un vuelco y que no sea presidente el que gane las primarias?
Espero que no sea así. Lo normal, lo justo y lo democrático es que se respete la decisión de los afiliados. Los compromisarios tienen que votar el resultado de la circunscripción que representan, no deben votar en base a su conciencia sino según el voto mayoritario de su sede.
-Usted ha mostrado su apoyo al candidato Pablo Casado, ¿no le preocupa mojarse por posibles represalias?
En absoluto. No creo que mis seguidores en España y en Madrid, que afortunadamente son bastantes, esperen de mí una posición que no sea esta, vinculante a lo que pienso, lo que siento y lo que digo. El definirme a favor de Pablo, con el que me vincula una amistad y una forma de crecimiento político, es una manera de decirle al afilado que soy el altavoz de lo que muchos piensan. Como representante político no puedo mirar de perfil. No estoy aquí para ocupar mi espacio de manera permanentemente, sino para hacer política y ayudar a mejorar la situación política en España.
-¿Cual será el futuro del PP si no gana su candidato, Pablo Casado? ¿Cuáles son las amenazas?
Depende del candidato que gane, es decir, algunos pueden compensar la ausencia de Pablo Casado en la dirección nacional de una manera liviana, pero otros pueden causar un efecto pernicioso en el PP.
-¿Habla de Soraya?
No personalizo.
-Casado ha dicho que quiere recuperar a los votantes del PP que se fueron a VOX. ¿Por qué cree que va a hacer ahora lo que siendo diputado nacional no denunció que su partido había olvidado?
Él no podía ocupar ese protagonismo. Los partidos políticos tenemos un pequeño funcionamiento castrense y estamos obligados a una obediencia al líder. Pero él tiene una línea muy clara y valiente respecto a los etarras, a los golpistas, a los sediciosos… Conozco a Pablo y sé como piensa.
-Usted reivindica el derecho a la vida, hace homenajes a los caídos, rechaza la Ley de Memoria Histórica mantenida por Mariano Rajoy. ¿Ha tenido la tentación de abandonar el PP?
(Risas). No, de momento, y lo digo alto y claro, me siento representado en el PP porque es una confluencia de muchas familias y mucha gente piensa como yo. Lo que falta son líderes que se atrevan a dar la cara y decir de manera tangible lo que piensan sus afiliados.
-Si el PP está formado por muchas familias, ¿por qué nadie de la cúpula desautorizó a Celia Villalobos cuando dijo que en el PP no cabían los contrarios al aborto?
También Rajoy dijo que no cabían los liberales y los conservadores. A mí las políticas excluyentes, sobre todo en lo que a la derecha se refiere, no me gustan. España tiene una amenaza seria con esta izquierda absolutamente sectaria y la derecha se tiene que aglutinar, aquí cabemos todos. Yo milito en el PP desde el año 1993, me considero conservador en mi ideología y liberal en los económico, y ante todo una persona de derechas.
-De estar en la dirección del partido, ¿habría desautorizado a Villalobos?
-Absolutamente. Si hubiera tenido altavoz para poderlo hacer lo habría hecho.
-Usted pidió el crucifico para jurar su cargo como regidor de Brunete, un hecho por el que recibió una gran ovación de sus vecinos. ¿Por qué lo hizo?
-El cristianismo forma parte del fundamento de mi vida, no la concibo sin la fe en Dios. Uno de los actos más importantes fue jurar el cargo como alcalde de Brunete, el pueblo que me vio crecer, y hacerlo sin estar apoyado o de la mano de Jesucristo y de mi religión católica no era posible. Y lo peor es que los elementos sectarios y sediciosos -porque no creen en España- de Podemos y de sus distintas ramas me lo quitaron, pero rápidamente me di cuenta de que faltaba el crucifijo.
-Centrándonos en su labor como alcalde, ¿qué es lo más satisfactorio y lo que menos?
-Lo que más y lo que menos van en paralelo, se establece una dicotomía. Lo que más es la reacción diaria de los vecinos, la cercanía, vivir el municipalismo de cabo a rabo. Lo peor es la ingratitud y la incomprensión que puedes recibir de gente que te rodea, pero el municipalista de pro sabe esto, forma parte de su ADN.
-Va a viajar pronto a China a promocionar el garbanzo madrileño, ¿cree que sabemos valorar lo que tenemos en España?
No se valora lo que tenemos. En China hay un déficit de garbanzos porque allí no existen y se están pegando por tener un garbanzo con denominación de origen. En la Plaza Mayor de Madrid hay restaurantes que dispersan 10.000 cocidos al año y más del 50% se dan a los chinos con producto ahora ya de La Garbancera Madrileña. Ellos valoran lo que tenemos, viendo que aquí somos bastante cainitas es indispensable salir fuera para que otros nos reconozcan lo que tenemos.
Borja Gutiérrez más allá de la política
¿A qué dedica su tiempo libre?
Lo dedico a leer y ahora, por ejemplo, como casi el 99% de los españoles de bien, a ver el Mundial de fútbol y a gritar y vibrar con la selección española, y por supuesto y por encima de todo a estar con mi hijo de nueve años.
¿Cómo cree que le definirían quienes le rodean?
Quienes me rodean, me conocen y me quieren, me conciben como una persona exigente, pero porque yo siempre me exijo. Si nos retrotrajéramos a la Guerra de Secesión americana sería al General Custer y moriría con las botas puestas, protegiendo a mis soldados y luchando por lo que yo creyera. Soy el primero que da la cara, pero ante todo trato de ser buena persona.
Una película favorita y un libro que recomiende:
Soy un friki absoluto de Star Wars, las clásicas son las que más me gustan. Diría El Imperio Contraataca, El Retorno del Jedi y La Guerra de las Galaxias. Respecto al libro, recomiendo Patria, de Fernando Aramburu, porque es una obra excepcional.
Sus vacaciones ideales
Mis vacaciones ideales serían en Brunete, pero de una manera aislada. Respirando el aire de Brunete y disfrutando de las vistas de Brunete, pero con un tiempo de soledad. Me gusta el tiempo de la meseta y me aterra la humedad, no soy una persona de playa.
¿Qué herencia y qué España quiere dejar a su hijo?
Hace 20 años hubiera dicho que la España que vivía, una España unida, fortalecida, una España con rojos y azules, pero todos hermanos. Pero hoy en día estoy asustado y preocupado porque la España que yo inculco a mi hijo, la España de unidad, la España de amor a la patria, la España del respeto a las instituciones… veo que en muchos círculos se ningunea. Me empecino día a día en que él trate de reconocer una España que se ama, en la que creo y por la que lucho cada día.
