«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

VCT responde a quienes llaman 'víctimas colaterales' a asesinados por ETA

«Esta definición forma parte del relato justificativo de ETA para asesinar a los familiares de policías y guardias civiles”, afirma el presidente de Voces Contra el Terrorismo.

“Es insostenible afirmar que ETA no tenía intención de asesinar a los moradores de las viviendas cuando volaba sus edificios con potentes explosivos; mantener esa mentira es un claro menosprecio que nos degrada y afecta a nuestro honor y dignidad y únicamente beneficia a las tesis terroristas”.
Estas contundentes palabras han sido pronunciadas por Francisco José Alcaraz, una víctima del terrorismo que hace cuatro años tuvo que leer un estudio encargado por la Dirección de Promoción de la Cultura del Gobierno Vasco al Instituto de Historia Social Valentín de Foronda (IHSVF) de la Universidad del País Vasco sobre los contextos históricos del terrorismo en el que se adjudica, sin ningún tipo de tapujos, el estatus de “víctima colateral” a personas inocentes asesinadas por la banda terrorista de ultraizquierda ETA en explosiones dirigidas contra policías o militares.
El texto se publicó en diciembre de 2014 bajo el título ‘Informe Foronda, abordando la significación social y el estatus de las víctimas desde un enfoque historiográfico’, y en él se puede leer: “Nuestra herramienta proporciona la fecha y el lugar del atentado mortal (localidad y provincia). También señalamos la organización responsable del crimen y el estatus de la víctima. Esta última información, en la mayoría de los casos, se corresponde con la etiqueta que los victimarios utilizaron para justificar públicamente su asesinato (policías, militares, personas acusadas de traficar con drogas, empresarios que se negaron a pagar la extorsión, militantes o exmilitantes de las organizaciones terroristas, etc.). En otras ocasiones la información del estatus se corresponde con las circunstancias en las que se arrebató la vida a dichas personas. Es el caso de las víctimas “colaterales” de explosiones que buscaban asesinar a policías o militares”.
Alcaraz, presidente de Voces Contra el Terrorismo (VCT), ha sido el encargado de desmontar esta “burda mentira” que no hace sino “ahondar en una herida que nos humilla y hiere profundamente”. Perdió a sus dos sobrinas gemelas, de seis años, y a su hermano, de 17, en el ataque terrorista contra la Casa Cuartel de Zaragoza perpetrado por los pistoleros de ETA el 11 de diciembre de 1987.
Con la ayuda de Pilar Osorio Téllez, exmilitar profesional y licenciada en Derecho, la asociación decidió elaborar un informe pericial sobre el señalamiento como “víctimas colaterales”. El documento, al que ha tenido acceso La Gaceta, concluye que esta definición “forma parte del relato justificativo de ETA para asesinar a los familiares de policías y guardias civiles”.
Por ello desde VCT han solicitado al Consejo de Dirección del IHSVF una “urgente rectificación en el plazo máximo de 10 días, eliminando del informe y de cualquier otro soporte documental el citado estatus de ‘víctima colateral’”. De no ser así, Alcaraz anuncia que se verán obligados a emprender acciones legales.
Y es que, recuerda, existió por parte de los asesinos etarras “una manifiesta, deliberada y acreditada intención de arrebatar la vida” a inocentes. Tanto es así que son múltiples las sentencias y documentos que recogen esta intencionalidad y dictaminan que se atentó contra familias indefensas mediante potentes explosivos colocados sin previo aviso en domicilios o vehículos familiares. Un ejemplo es la sentencia de la Audiencia Nacional 22/2012 de 17 de mayo, en la que se puede leer textuales como los siguientes: “elegimos la hora punta para hacer la acción (20:30), queríamos atraparles cenando”, “la ubicación del coche es elegida para poder afectar directamente a las viviendas”.
No existe asimismo, añade VCT, “documento alguno que rebata esa intencionalidad directa y homicida dirigida contra determinadas familias”. “Como víctima del terrorismo y representante de víctimas del terrorismo, me resulta profundamente hiriente y doloroso que se califique como ‘víctimas colaterales’” -reitera Alcaraz- a personas que han sido asesinadas.
Las siguientes personas perdieron la vida a manos de ETA. A ellas se refiere -“faltando a la verdad”- el informe encargado por el Gobierno vasco como “víctimas colaterales”:
– Mujeres y niños asesinados en el atentado de la casa cuartel de Zaragoza (11/12/1987): María Carmen Fernández Muñoz y su hija Silvia Pino Fernández, Silvia Ballarín Gay, Mª Dolores Franco Muñoz y su hija Rocío Capilla Franco, las sobrinas de Alcaraz Miriam Barrera Alcaraz y Esther Barrera Alcaraz y su hermano Ángel Alcaraz Martos.
– Mujeres y niños asesinados en el atentado de la casa cuartel de Vic (29/05/1991): Maudilia Duque Durán, Nuria Ribó Parera, Rosa María Rosas Muñoz, Francisco Cipriano Díaz Sánchez, Vanesa Ruiz Lara, Ana Cristina Porras López, María Pilar Quesada Araque.
– Niña asesinada en el atentado de la casa cuartel de Santa Pola (04/08/2002): Silvia Martínez Santiago.
– Asesinados en atentados con artefacto explosivo en el vehículo familiar: Daniel Garrido Velasco y su madre Daniela Velasco Martínez de Vidaurreta (25/10/1986), Mª del Coro Villamudria Sánchez (15/04/7991), Fabio Moreno Asla (07/11/1991).

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