Ya en la sesión de control, el representante de ERC Gabriel Rufián preguntará al presidente cómo va a frenar «el avance de la ultraderecha». Ver para creer…
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha reclamado a PP y Ciudadanos la «misma lealtad» que él tuvo, ha dicho, con el expresidente Mariano Rajoy para solucionar el conflicto en Cataluña, una cuestión para la que exige también lealtad a la Generalitat.
En su comparecencia este miércoles en el Congreso para analizar la situación en Cataluña, Sánchez ha avanzado «una respuesta firme y serena, proporcional y contundente del Estado social y democrático de derecho» ante cualquier desafío que se sitúe fuera de la Constitución o el Estatuto de Autonomía, por lo que ha pedido lealtad a la Generalitat con el Gobierno, algo que, a su juicio, «no se consigue con declaraciones que se sitúan fuera de lógica y apelan a la violencia».
Sin hacer mención directa al 155, Sánchez ha apelado, tras este anuncio, al «diálogo y la lealtad», y ha aconsejado que este diálogo se produzca, primero, entre las fuerzas políticas catalanas, a las que ha reclamado un nuevo acuerdo dentro del marco constitucional para reformar el Estatuto: «Lo primero es reconocer a la parte no nacionalista de Cataluña y empezar a forjar un acuerdo entre catalanes, sean independentistas o no independentistas», ha recalcado.
Sánchez, que ha defendido que el principal deber de un gobernante es procurar la paz social, la convivencia y que ningún proyecto ponga en riesgo la vida de las personas, ha insistido en que para resolver los conflictos solo hay una vía: la constitucional, el Estatuto y el reconocimiento muto. «Así nos van a encontrar siempre, jamás en el camino del odio, la confrontación y la irresponsabilidad», ha asegurado.
Menciones a VOX
Sánchez se ha dirigido, además, a la oposición para criticar sus negociaciones con la «ultraderecha» para gobernar en Andalucía y con los «nostálgicos de un tiempo al que este país ha pasado página».
Sánchez, que ha pedido a éstos que «tengan claro que el camino de la igualdad entre hombres y mujeres es irreversible», ha reprochado a los partidos de Pablo Casado y Albert Rivera que estén dispuestos a «ensanchar y reducir sus márgenes ideológicos en función del contexto y la negociación» que tengan entre manos.
La réplica de Casado
El líder del PP, Pablo Casado, ha aprovechado su turno de réplica para pedir al presidente del Gobierno que actúe en Cataluña y aplique el artículo 155 de la Constitución: «Aterrice, esto ya no da más de sí».
Tras asegurar que Sánchez es «cada vez más cómplice» de lo que ocurre en Cataluña, ha denunciado que su «socio» Quim Torra está «apelando a la guerra civil y al derramamiento de sangre».
Tras escuchar la primera intervención de Pedro Sánchez, el líder del PP ha subido al estrado y ha señalado: «Y la montaña parió un ratón». Ha lamentado así que después de unos días en los que parecía que Moncloa iba por fin a responder al «desafío» catalán, la reacción del Gobierno se ha quedado en «la nada».
Y ha recordado que seis días después de que el Rey hablase en este mismo escenario, durante el aniversario de la Constitución, de la necesidad de una España «plural, cohesionada y vertebrada», este Estado esté siendo «completamente atacado» por quienes apoyaron al presidente en la moción de censura. «Juró defender la Constitución y ahora no está siendo capaz de hacerlo», ha increpado Casado a Sánchez, a quien se ha dirigido en todo momento para señalarle como «responsable» de todo lo que ocurre en el país, desde la ralentización de la economía hasta lo que «le están dejando hacer a los independentistas».
Casado ha lamentado además no haber hablado con Sánchez desde que se reunieron el 2 de agosto ni haber recibido ni siquiera una llamada para hablar de Cataluña o de otras cuestiones como la negociación del Brexit, pero le ha insistido en que está dispuesto a hablar con él en cuanto se lo pida y el tiempo que se necesario.
El líder de los populares ha insistido en recordar todo lo que ha ocurrido en Cataluña en los últimos días. Se ha detenido especialmente en la actitud del presidente de la Generalitat, Quim Torra, «socio» de Sánchez, que desde su «retiro en Montserrat y mientras hace dieta proteica ha apelado a la guerra civil y el derramamiento de sangre» al defender la vía eslovena para lograr la independencia.
Por todo ello ha reprochado a Sánchez que no haya acudido a este debate con el anuncio de que va a actuar en Cataluña, y no ha dejado de pedirle que lo haga, porque, ha repetido, «qué más tiene que pasar» para que el Gobierno aplique de nuevo el 155.
Pablo Casado ha concluido su intervención volviendo a pedir a Pedro Sánchez que convoque elecciones después de haber «despojado de dignidad» la Presidencia del Gobierno.
«Su tiempo ha acabado, su aventura ha acabado», ha dicho Casado a Sánchez, a quien también ha advertido de que «quien busca el apaciguamiento al final tendrá una confrontación y un deshonor» y que no conseguirá nada con su «huida hacia adelante».
‘Respire, señor Sánchez, respire’
Iglesias ha emplazado a Sánchez a aprovechar la reunión del Consejo de Ministros el día 21 en Barcelona para hablar con las fuerzas catalanas sobre los presupuestos. «Hablen, hablemos, parlem», ha pedido.
Iglesias ha criticado también que al presidente de la Generalitat, Quim Torra, se le haya «calentado la boca» al apostar por la ‘vía eslovena’ para Cataluña, pero igualmente ha emplazado al Gobierno a alejarse del «patriotismo de banderas» y a empezar a hablar del «patriotismo de llegar a fin de mes» trabajando por aprobar los presupuestos.
La sesión de control
Una vez finalice la comparecencia de Sánchez, tendrá lugar la sesión de control en la que el líder del PP, Pablo Casado, preguntará al presidente del Gobierno «si va a cumplir su palabra y convocar elecciones».
Desde Cs, Albert Rivera, también querrá saber si para el Ejecutivo «la actual situación política responde a las necesidades de la sociedad española».
Gabriel Rufián, de ERC, pedirá a Sánchez que aclare si va a tomar alguna medida para «intentar frenar el crecimiento de la ultraderecha en España», en referencia a la irrupción de Vox en las elecciones andaluzas.
