Los agricultores almerienses sufren desde hace tiempo y según informa El Diario de Almería, robos de su material de trabajo de todo tipo. Desde cable de cobre hasta tractores. Esto implica, además, que se producen destrozos en sus fincas. Denuncian que recurren a todo tipo de medidas, desde alarmas a patrullas ciudadanas, para evitar los robos nocturnos o al mediodía, cuando las explotaciones se quedan vacías.
Algunos han colocado incluso GPS en maquinaria y motores. Según el mismo medio, el responsable de un cultivo bajo plástico protagonizó en la noche del lunes al recuperar cable de cobre robado con la ayuda de un localizador GPS y la Policía. En las últimas semanas le habían robado materiales por un coste aproximado de 50.000 euros.
Desde su explotación a pocos kilómetros de Níjar alertó a una patrulla de Policía Nacional tras sufrir el último robo. Siguiendo el GPS los agentes llegaron a una zona conflictiva cercana y aunque no pudieron hacer detenciones —los ladrones se dieron a la fuga— recuperaron el último material robado. En esta zona es habitual el robo de cobre ya que las chatarrerías cercanas lo compran a un precio de entre 4 y 5 euros el kilo.