«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
La Gaceta de la Iberosfera
Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
BIDEN ABANDONA EL CONTROL SANITARIO EN LA FRONTERA

La inmigración masiva amenaza la seguridad alimentaria de EEUU

vacas EEUU ganado
Foto de Priscilla Du Preez 🇨🇦 en Unsplash

La inmigración masiva está exponiendo el suministro de alimentos de Estados Unidos a enfermedades y parásitos que podrían afectar a la seguridad nacional.

Esta es, de momento, la advertencia que un grupo de expertos ha lanzado en el país, pero ya se ha hecho real en algunos estados donde animales han sido contagiados de enfermedades originadas fuera de Estados Unidos después de haber estado en contacto con inmigrantes ilegales.

En 2015, un rebaño ovejas de aproximadamente 10.000 animales se vio afectado por la tuberculosis en el condado de Castro, y otros 13.000 bovinos se contagiaron en el condado de Sherman en 2019 —ambos en Texas—, según los registros de la Comisión de Salud Animal de este estado. Los investigadores descubrieron entonces que las cepas por las que se habían infectado eran zoonóticas, lo que significa que pueden transmitirse entre humanos y animales, y que se habían originado fuera de EEUU. Resultó que 12 de los trabajadores que habían estado trabajando con esos rebaños estaban infectados con la enfermedad.

«En los últimos años, miles de cabezas de ganado de Texas han sido sacrificadas después de haber sido infectadas con tuberculosis resistente a los medicamentos a través del contacto con inmigrantes ilegales que terminan trabajando en lecherías», ha asegurado el Doctor y extrabajador de TAHC, Michael Vickers a The Epoch Times.

Aunque este problema se conoce desde hace años, los expertos aseguran que ahora se está agravando con el aumento de inmigrantes en el país y como consecuencia del abandono de la Administración Biden, que no realiza controles de enfermedades en la frontera. «Las normas destinadas a mantener fuera de Estados Unidos a las personas que portan enfermedades han sido dejadas de lado durante la Administración Biden», asegura Ammon Blair, defensor de la seguridad fronteriza de la Fundación de Políticas Públicas de Texas y exagente de la Patrulla Fronteriza.

«Estamos liberando en masa a estas personas que podrían ser portadoras de múltiples enfermedades que ni siquiera están controladas«, denuncia.

La tuberculosis no es la única enfermedad que preocupa ahora mismo a los expertos —Montreal (Canadá) también sufre un brote de esta enfermedad por el mismo motivo—. Por primera vez en un cuarto de siglo, se están reproduciendo casos de gusano barrenador en Centroamérica, una región por la que pasan muchos inmigrantes en su camino hacia la frontera con Estados Unidos, y los expertos temen que la enfermedad también pueda entrar en el país.

«Está aumentando la preocupación de que sea sólo cuestión de tiempo que la agricultura estadounidense experimente un nuevo desastre a gran escala«, asegura Vickers.

Costa Rica declaró en febrero la emergencia por gusano barrenador después de reportar su primer caso en julio de 2023, según el Departamento de Agricultura de EEUU (USDA por sus siglas en inglés).

La autoridad de salud animal de Costa Rica, SENASA, reportó ese caso en la región de Corredores en el suroeste del país, cerca del cruce fronterizo panameño de Paso Canoas. «Las larvas pueden llegar a Estados Unidos viajando en personas, en equipajes o en mochilas«, detalla Vickers.

De ocurrir lo que advierte este doctor, sería la segunda vez que Texas se viese afectada por este gusano, después del brote declarado en este país en la década de los 70 y que afectó a 90.000 animales.

Afortunadamente, al USDA se le ocurrió una manera de erradicar a las moscas portadoras de esta larva liberando moscas estériles para que se aparearan con las que se encuentran en la naturaleza, aunque eso no evitó otro brote en 2016 en Florida o el brote actual en Costa Rica.

Enfermos en la frontera

El presidente Joe Biden rescindió la política migratoria de «permanecer en México» del expresidente Donald Trump, según la cual los posibles solicitantes de asilo debían quedarse en ese país mientras esperaban la decisión sobre su caso en la corte de inmigración. Un cambio que, creen los expertos consultados por el citado medio, también ha contribuido a la importación de enfermedades.

«Los controles sanitarios en la frontera consisten en preguntar a los inmigrantes ilegales si están enfermos o embarazadas. Es el único chequeo que les hacen», asegura Blair.

Además de la tuberculosis, ha habido casos de inmigrantes ilegales que han introducido en EEUU varicela, paperas, sarampión, lepra, COVID-19 y otros virus de transmisión sexual.

Sin embargo, los inmigrantes legales y los refugiados sí deben someterse a un examen médico para migrar a los Estados Unidos mientras aún se encuentran en el extranjero, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).

Así se evita la entrada de solicitantes con enfermedades transmisibles en el país, pero sin controles de inmigrantes ilegales en la frontera, no hay forma de hacer cumplir esa medida.

También se aplican procedimientos de control similares a los ciudadanos estadounidenses que regresan a la nación. Se les exige completar el Formulario de Declaración 6059B, que proporciona información básica al gobierno federal sobre qué productos agrícolas y de vida silvestre traen los viajeros al país o si han visitado una granja antes de regresar.

«Desafortunadamente, muchos no ven la seguridad o la soberanía alimentaria como una necesidad nacional. Esto va a ser un problema enorme«, añade Blair que explica que, como también ocurre en Europa, las compañías agrícolas contratan a inmigrantes ilegales como mano de obra barata y ante la falta de nacionales dispuestos a realizar ese tipo de trabajos.

A los expertos consultados por The Epoch Times les preocupa que una enfermedad o un brote de parásitos a gran escala erosione aún más el suministro de alimentos del país. El ganado en Estados Unidos ya se encuentra en su nivel más bajo en 75 años.

.
Fondo newsletter