Según el sondeo, el partido que gobierna Polonia con mayoría absoluta desde 2015 aventajaría en 22 puntos porcentuales al siguiente
Habrá quien crea que el parecer de la Unión Europea influye en la opinión pública de los países miembros. Esta creencia, que podría servir para explicar lo que ocurre en algunos Estados como España, no es válida si deseamos referirnos a la realidad polaca. No en vano, una encuesta ha revelado que el apoyo al partido Ley y Justicia, tan atacado en los últimos meses por la burocracia bruselense, ha aumentado en las últimas fechas.
Según el sondeo, que ha sido elaborado por el Instituto TNS, el partido que gobierna Polonia con mayoría absoluta desde 2015 aventaja en 22 puntos porcentuales al principal partido de la oposición, la formación centro-derechista Plataforma Ciudadana. De esta manera, Ley y Justicia, agrupación conservadora y soberanista, renovaría su mandato con una holgada mayoría absoluta.
El apoyo a Ley y Justicia crece un 1% respecto a los sondeos del pasado mes en un contexto que, a priori, no podría ser m ás desfavorable para el partido. No en vano, el Gobierno polaco y la Comisión Europea se hallan inmersos en un conflicto que podría acabar en la suspensión de los derechos de voto del país en las instituciones comunitarias; instituciones que no han visto con buenos ojos la oposición de Polonia a la política de refugiados de la UE, sus medidas favorables a la vida y a la institución familiar, y la reforma judicial que ha impulsado.
Entre los motivos que mencionan los encuestados para respaldar a Ley y Justicia, el más repetido es el período de bonanza que hogaño vive la economía polaca. Así, la tasa de desempleo es, en este momento, inferior al 5% (inferior a la media de la UE, que es del 7,5%) y las predicciones de crecimiento para los años venideros son halagüeñas.
Respaldo a sus políticas más criticadas
Sin embargo, esta encuesta no revela exclusivamente un apoyo a la política económica del Ejecutivo polaco, sino también a esas medidas que han sido más criticadas por la oposición y las instituciones globalistas. Y es que Ley y Justicia ha hecho de Polonia un país incómodo para la UE y el globalismo, pues se ha negado legalizar en él el matrimonio homosexual y ha tratado de aprobar, sin éxito, la prohibición del aborto (hoy sólo puede perpetrarse en supuestos muy específicos tales como el incesto, violación o malformación grave del feto).
Asimismo, Polonia ha mostrado su rechazo a la política de refugiados de la Unión Europea y forma parte del Grupo de Visegrado, esa unión de países críticos con la deriva de Bruselas.