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Se hacen pasar por el presidente de la Comisión de la Unión Africana

La diplomacia de Giorgia Meloni reluce ante la broma telefónica de dos cómicos rusos

La presidenta del Consejo de Ministros de Italia, Giorgia Meloni. Europa Press

La presidenta del Consejo de Ministros de Italia, Giorgia Meloni, fue víctima de una broma telefónica realizada por un dúo cómico ruso, que se hizo pasar por el presidente de la Comisión de la Unión Africana.

La llamada fue grabada por los humoristas y se ha viralizado recientemente en la red social ‘X’ (Twitter), aunque tuvo lugar el 18 de septiembre, justo durante los esfuerzos de Meloni para «fortalecer las relaciones con los líderes africanos, con quienes mantuvo importantes reuniones al margen de la Asamblea General de la ONU entre el 19 y el 21 de septiembre». El Palacio Chigi emitió un comunicado en el que reconoce su autenticidad y la oficina del consejero diplomático lamentó «haber sido engañada por un impostor».

La publicación del audio en la red social ‘X’ (Twitter) ha tenido casi 750.000 reproducciones y ha generado numerosas reacciones. Algunos usuarios han señalado la capacidad de la italiana de mantener una conversación en inglés de casi quince minutos, algo impensable para sus antecesores en el cargo. Otros se muestran sorprendidos de que la broma llegara tan lejos, dado que el fuerte acento ruso es bastante perceptible desde el inicio de la conversación.

No es la primera vez que los «youtubers» Vovan y Lexus la toman con un político. En agosto de 2022 ya le dedicaron una broma pesada a José Luis Martínez Almeida. Entonces, los cómicos se hicieron pasar por Vitali Klitscko, alcalde de Kiev, y mantuvieron con su homólogo madrileño una conversación bastante absurda. A diferencia de la broma al regidor de Madrid, en la que el dúo llegó a mencionar el mote que los partidos de izquierdas otorgaron al alcalde madrileño, la llamada a Meloni no pasa al nivel personal. Quizás lo más sorprendente, de hecho, sea que la supuesta «broma» no resulte cómica en ningún sentido.

A continuación, se transcribe casi la totalidad de la conversación. El carácter diplomático y seguro de Giorgia Meloni sale a relucir en la llamada y la presidenta del Consejo de Ministros refuerza ideas conocidas y ya expresadas en otras ocasiones. La italiana habla sobre la crisis migratoria, la guerra en Ucrania, las relaciones europeas, la situación de África y algunos de los desafíos que Europa enfrenta.

La crisis migratoria

Giorgia Meloni: La situación es muy difícil, es muy difícil para nosotros gestionarla en este momento. Desde el inicio de este año, en siete, nueve meses, han llegado más de 120.000 personas, principalmente de Túnez. Se trata de una situación muy difícil para todas las partes, a nivel humanitario, logístico, de seguridad…

Estos flujos, además, están en riesgo de incrementarse por la situación actual en África. Especialmente en el Sahel, pero también con el problema del grano y todos estos problemas que conoce mucho mejor que yo.

Estamos trabajando con la UE para llegar a un memorando con Túnez para ayudar, no sólo a la gestión de la migración… Mi idea siempre es que hay que hacer cosas desde ambos lados.

El dúo cómico asegura entonces haber hablado con Charles Michel, presidente del Consejo Europeo, quien habría dicho que el problema migratorio corresponde a Italia.

GM: Sí, Europa ha pensado duramente mucho tiempo que podría solucionar el problema manteniéndolo encerrado en Italia. Lo que ellos no entienden es que eso es imposible. El tamaño de este fenómeno es tal que involucra, en mi opinión, no a la UE, sino también a la ONU. El problema es que parece que a los demás no les importa. No siempre responden al teléfono, pero sí se ponen de acuerdo en que Italia tiene que solucionar este problema sola.

La situación de Francia en África

Vovan y Lexus deciden entonces incluir a Macron —con quien la italiana ya ha tenido más de una polémica— en la ecuación: «He tratado de hablar con Macron, pero él también ha rechazado entender mi posición».

GM: ¿Le puedo preguntar algo, entre usted y yo? ¿Cree que lo que está pasando en Níger, por ejemplo, es algo contra Francia?

Vovan y Lexus: Sí. Especialmente ahora, por sus demandas.

GM: Vemos que Francia está presionando para una intervención, pero yo intento entender cómo podemos apoyar un esfuerzo diplomático. Tenemos que ser muy cuidadosos.

VyL: Sí, porque sus amigos no entienden las consecuencias. Podría llevar a otra crisis migratoria. Será una operación militar, estamos viendo los riesgos ahora.

GM: Sí, pero ellos tienen otras prioridades, que no son la inmigración de naciones como Níger. Su punto de vista no es necesariamente el mío. Quiero decir, sí, tienen uranio, tienen el FCA [franco de la comunidad financiera africana]; tienen algunas prioridades, que son prioridades nacionales para Francia. Por eso también estamos intentando decirles que tenemos que ser (…) que no tenemos que hacer cosas que puedan crear más problemas de los que ya tenemos.

Una solución a la guerra de Ucrania

El dúo abandona el tema y abre la conversación sobre el conflicto en Ucrania, punto delicado en el que Italia siempre se ha mostrado firme en su respaldo a la Alianza Atlántica. Los cómicos rusos proponen «trabajar en la línea de una nueva iniciativa en el Mar Negro» y plantean si sería posible desbloquear los activos de los bancos rusos.

GM: Creo que tenemos que discutirlo. Creo que tenemos que encontrar una solución. De otro modo, es imposible para nosotros enfrentar la situación, así que deben encontrarse soluciones a ello. Lo he estado discutiendo en el encuentro del G-20. En la reunión hemos estado debatiendo sobre África. Si permitimos que Rusia nos chantajee, podría ser mucho peor, pero si no encontramos otras soluciones, se convertirá en un problema imposible. De alguna forma tenemos que salir de esto. La de Polonia podría ser la forma correcta de hacerlo, pero veo que ellos están teniendo problemas, así que.

VyL: Creo que el problema es que esperamos que la guerra termine por una buena contraofensiva ucraniana, pero parece que no está siendo tan exitosa como esperábamos. Lo que significa que, si la guerra no acaba… Lo que mis amigos en el continente quieren, esperan, son negociaciones de paz, cualquier negociación entre Ucrania y Rusia para parar el conflicto.

GM: Sí, lo entiendo. También la inmigración y los problemas que estamos teniendo, y la inflación y los precios de la energía.

El plan Mattei para África

El tema deriva, de nuevo, en África. No en vano, la italiana ha hecho de la cooperación con África uno de los pilares más firmes en su política exterior, como ella misma asegura durante la entrevista.

GM: Y por eso es por lo que uno de mis planes estratégicos es —como sabe, como estoy comentando con usted—, junto a los otros países europeos, este plan de inversiones para la energía en África. (…) Claro, no es algo inmediato, obviamente, cuando empiezas con las inversiones. Los primeros días de noviembre lo presentaremos aquí en Roma, en una conferencia: nuestro plan Mattei para África, que implica inversiones, sobre todo, en energía para África. Para que los países de África puedan producir la energía que necesitan. Y también para exportarla, si pueden. El próximo año lideraremos la presidencia del G-7, además. Me gustaría centrar nuestra presidencia en el tema de África. Estamos camino a una era en la que no podremos gestionarlo más. De hecho, ya es demasiado tarde, así que tenemos que movernos.

El problema de la integración y la falta de actuación de la Unión Europea

Los ‘youtubers’ rusos sacan a colación el polémico acuerdo que propuso el Gobierno de Reino Unido que contemplaba el traslado de inmigrantes ilegales africanos a Ruanda y preguntan a Meloni su opinión. La italiana hace un ejercicio de prudencia y contención, pero aprovecha la ocasión para atender a algunas de las raíces del problema: el rechazo a la integración y la inoperatividad de la burocracia europea.

GM: No lo he discutido, no conozco los elementos de este acuerdo. El problema que tenemos es también que estas personas que vienen ilegalmente son imposibles de integrar. (…) Se pierde mucho tiempo en gestionar sus solicitudes y entonces muchos ya están en manos de organizaciones criminales, algunos ya se han ido a otros países y tienen que tratar de devolverlos…

VyL: ¿Pero la Comisión Europea entiende esto?

GM: La Comisión dice que lo entiende. El problema es cuánto tiempo se necesita para dar respuestas concretas. En las conclusiones del Consejo Europeo —en palabras de Ursula von der Leyen— lo entienden perfectamente. Pero cuando les pides el dinero, invertir, ayudar, debatir con estos países… Ahí es cuando se vuelve más difícil. Tengo que ser sincera. Pasa también con Túnez. Organicé este memorando entre Europa y Túnez que el presidente Saied firmó con nosotros a mediados de julio, pero todavía no ha visto ni un euro.

El «cansancio» en la guerra de Ucrania

Una vez más, los humoristas regresan una vez más al conflicto entre Rusia y Ucrania —nada extraño, siendo ellos mismo rusos— y tratan de aflojar la lengua de Meloni mencionando a Joe Biden.

VyL: ¿Cómo valora el conflicto en Europa entre Ucrania y Rusia? ¿Cuánto cree que llevará entender cuál es la postura? También ha mantenido conversaciones con Biden y otros, así que…

GM: Bueno, veo que hay mucho cansancio, si soy sincera, en todas las partes. Estamos cercanos al momento en el que todos entienden que necesitamos una salida. El problema es encontrar una salida que sea aceptable para ambos sin destruir el derecho internacional. Tengo algunas ideas sobre esto, sobre cómo gestionar esta situación, pero estoy esperando al momento oportuno para poner estas ideas sobre la mesa.

Los ‘youtubers’ insisten en que, pese a lo esperado, la contraofensiva de Ucrania no está teniendo éxito.

GM: La contraofensiva de Ucrania no está yendo, quizás, como ellos esperaban. Va, pero no ha cambiado el destino del conflicto. Así que todos entienden que esto podría durar muchos años si no encontramos una solución. El problema es, ¿cuál es la situación aceptable para ambos —sin abrir otros conflictos—? Sabe lo que opino sobre Libia. Quizás no lo sabe, pero podríamos discutir horas, amigo mío, sobre lo que le ha pasado a Libia. Quizás hoy, alguien entienda que la situación después de aquello no es tan buena. No es mejor (…).

De nuevo, África

Una vez más, Meloni trata de reconducir la conversación a África, pero los rusos están más interesados en el conflicto de Ucrania y deciden enlazan ambos temas:

VyL: Nosotros también necesitamos dinero ahora, pero no vamos preguntando a otra institución como la Comisión Europea: «danos dinero». Pero veo que todo el dinero de la UE está yendo a Ucrania ahora.

GM: … Sí. En lo que estoy trabajando ahora es en que también vaya a África. Ese es mi primer compromiso, como sabe si ha estado siguiendo lo que digo a todos siempre, desde a los estadounidenses hasta en la OTAN. Digo en todos sitios que debemos preocuparnos por África.

La ideología «nacionalista» de Ucrania

En este punto, casi un cuarto de hora después del inicio de la llamada, parece que el dúo ruso recuerda que son humoristas realizando una broma telefónica. Tras una conversación que podría pasar como real o como una entrevista concedida a cualquier medio, hacen un último esfuerzo para provocar en Meloni una reacción menos diplomática.

Así, los ‘youtubers’ aseguran no compartir «la ideología nacionalista de Ucrania» o de personajes históricos como Stepán Bandera. Cauta como pocos, la italiana se cerciora de haber captado bien la afirmación antes de valorarla:

GM: No te he entendido. ¿El qué no compartes?

VyL: Los nacionalistas dentro de Ucrania. Quiero decir, son ultranacionalistas, como Bandera o…

GM: Bueno, no. No concuerdo con eso. Tienen el derecho a hacer eso. Creo que el problema con el nacionalismo lo tiene Putin.

VyL: Hablo de Stepán Bandera. Es una persona que Rusia presenta como si fuera Hitler.

GM: Bueno, no sé sobre eso. Creo que lo que están haciendo lo que tienen que hacer y lo que es correcto. Y estamos tratando de ayudarles.

Tras trece minutos de una llamada de ‘broma’ poco graciosa, el dúo decide poner punto final a la conversación:

VyL: Sí, concuerdo. En cualquier caso, señora primera ministra, muchas gracias. Muchas gracias por esta conversación.

GM: No, gracias, gracias a ti. Espero que podamos tener otras ocasiones. Muchas gracias, muchas gracias. Adiós.

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