Se llama Agnieszka Dziemianowicz-Bąk y es la elegida por Donald Tusk para hacerse cargo del Ministerio de Familia de Polonia. El socialdemócrata, nuevo primer ministro de Polonia, y que ya ostentó esta responsabilidad de 2007 a 2014, ha conseguido acceder de nuevo al cargo a pesar de no ganar las elecciones porque el vencedor, el conservador Mateusz Morawiecki, no obtuvo la mayoría absoluta necesaria.
Los nombramientos de los ministros de Tusk, el candidato de Bruselas y que se ha hecho con el poder con un pacto de perdedores muy parecido al de España, que incluye a los comunistas, dejan claras las líneas de actuación que serán radicalmente opuestas a las del anterior Ejecutivo: Agenda 2030, laxitud ante la inmigración ilegal y el fin de las políticas natalistas para cambiarlas por otras de promoción del aborto.
Agnieszka Dziemianowicz-Bąk será una de las principales aliadas de Tusk a la hora de implementar sus políticas globalistas al gusto de la Unión Europea. La ministra de Familia y Política social ha posado con una camiseta que deja clara su manera de pensar y lo que se puede esperar de ahora en adelante de su Ministerio: se trata de una prensa estampada en la que aparece una niña pequeña con gesto asustado cubriéndose con un paraguas de una lluvia de cruces.
Dziemianowicz-Bąk es graduada en Educación y Filosofía y realizó sus estudios en la Universidad de Wrocław. Antes de dar su salto a la política, se hizo conocida como activista «que luchaba «por los derechos de las mujeres, los maestros, los trabajadores».