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La mujer sobrevivió de forma milagrosa

Medios globalistas pusieron como ejemplo de «integración» al congoleño condenado en Alemania por violar a su madre

El inmigrante Moise Lohombo. LGI

Elegir modelos reales que ejemplifiquen el éxito de la integración y de la sociedad multicultural es arriesgado, como se ha demostrado una vez más en Alemania con el siniestro caso de Moise Lohombo.

En 2017, Lohombo se presentó a la sociedad alemana como la prueba viviente de que no importa cómo se hubiera llegado al país o de dónde. Uno podía integrarse perfectamente en la sociedad de acogida. Así lo dio el diario alemán Deutsche Handwerkszeitung en la típica noticia «inspiracional» en la que describía cómo este veinteañero congoleño había cambiado de vida tras llegar a Alemania con 8 años procedente de un entorno de violencia y criminalidad para empezar trabajando de aprendiz de panadero y entrenando luego para convertirse en boxeador profesional.

El artículo describía a Lohombo como «un joven encantador y amigable que muestra con entusiasmo fotografías de su perro bull terrier Betty en su teléfono celular·. Además, describió su vida como una vida de «altibajos» y afirmó que «literalmente había luchado para salir adelante» y había dejado atrás sus «pecados de juventud».

Pero se ve que el último «altibajo» en la vida del «poster boy» de la integración ha estropeado un tanto la campaña publicitaria. El medio alemán Nuis informa que Moise Lohombo, ahora de 30 años, ha sido condenado por un tribunal de Wiesbaden por golpear y violar a su propia madre. Y es que Lohombo, que acaba de salir de prisión por delitos de tráfico de drogas en agosto pasado, regresó a un apartamento que compartía con su madre, sólo 12 años mayor que él, y procedió a amenazarla a punta de cuchillo antes de violarla mientras la golpeaba repetidamente en la cara.

La madre sobrevivió milagrosamente después de ser tratada por una hemorragia cerebral grave. También sufrió un trauma psicológico y expresó ansiedad de que su propio hijo pudiera haberla dejado embarazada. El tribunal declaró culpable al inmigrante y rechazó una petición para que ingresara en una institución psiquiátrica.

Estadísticas recientes del Gobierno alemán muestran que el 41% de todos los sospechosos de delitos son extranjeros, a pesar de que representan un porcentaje mucho menor de la población. Los crímenes violentos, especialmente los ataques con cuchillo y las violaciones, han aumentado exponencialmente al mismo ritmo que la llegada de ilegales.

Una encuesta reciente encontró que siete de cada diez ciudadanos de los países europeos creen que hay demasiada inmigración desenfrenada. Entre los alemanes, la cifra es del 77%.

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