El Grupo de Puebla arriba a su tercer aniversario. “En estos tres años, el Grupo cuenta con la participación de 57 líderes, 2 presidentes en ejercicio, 10 expresidentes y la presencia de líderes de 17 países, -señalados por corrupción muchos de ellos-. Además, se han constituido tres dimensiones que acompañan al Grupo, como lo son el Consejo Latinoamericano de Justicia y Democracia (CLAJUD), el Grupo Parlamentario Iberoamericano (GPI) y el Comité Académico”, señala un comunicado publicado en su página web.
Esta organización neocomunista ya ha anunciado que a mediados de agosto sostendrá su próximo encuentro presencial para discutir, entre otros temas, “la crisis alimentaria y económica”, a pesar que las hambrunas y las crisis humanitarias en la Venezuela chavista -por ejemplo- haya sido producida por sus políticas “progresistas”.
El Grupo de Puebla, además, ratifica que continuará con el trabajo de denunciar el “Lawfare”, el cual venden como la persecución político-jurídica en contra de líderes progresistas del continente que afectan la democracia, cuando en realidad no es otra cosa que la politización y relativización de la justicia, para defender a los líderes marxistas de la región -aunque éstos sean culpables- y condenar a los dirigentes de derecha, aunque sean inocentes.
Luis Arce, presidente de Bolivia, al felicitar este sábado al Grupo de Puebla por su tercer aniversario, expresó en la red social twitter: “Ratificamos nuestro profundo compromiso con los ideales de igualdad y progreso para nuestros pueblos de América Latina que, hoy más que nunca, debe ser vanguardia en producción de alimentos, ante la crisis que afecta al mundo”.
Comentario burlesco y cínico este, habida cuenta de que en los países donde gobiernan los miembros y aliados del Grupo de Puebla, la producción ganadera y agrícola ha sido arrasada en unos, mientras en otros se desploma debido a sus políticas socialistas-intervencionistas.
Pero este tercer aniversario también es aprovechado por el Grupo de Puebla para intervenir en los asuntos internos de Chile a través del expresidente colombiano Ernesto Samper Pizano, quien en entrevista ofrecida a La Tercera declaró: “La aprobación de la Constitución puede estar muy ligada a una especie de cheque hacia el futuro de Boric”, pronunciándose abiertamente en favor de la opción del Sí del texto propuesto por la Convención Constitucional.
Si se hace un resumen de las actividades del Grupo de Puebla durante estos tres años de actividades, estas pudieran sintetizarse en una sola palabra: intervencionismo. Interviene flagrantemente en los asuntos internos de otras naciones, ya sea cuando apoyó la elección de Petro Castillo en Perú, o cuando hizó campaña en favor de Xiomara Castro en Honduras, o cuando se pronunció por la opción de Gustavo Petro en Colombia.
Ahora está movilizado para auspiciar el triunfo de Lula da Silva en Brasil, como se pudo constatar a finales de marzo, cuando sostuvo un encuentro en Río de Janeiro para hacer propaganda en favor su candidato.
