El Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), fundado por Andrés Manuel López Obrador (AMLO, el presidente socialista blando de México, y adscrito al Foro de Sao Paulo, aprovechó la mayoría de representantes con que cuenta en el Congreso de la capital del país, para imponer el desmantelamiento de facto del Instituto Electoral de la Ciudad de México (IECM).
El dictamen de reforma se aprobó con 36 votos a favor y 28 en contra, luego de una sesión desgastante de más de 26 horas, en la que no faltaron gritos, rispidez, y una serie de violaciones a la normatividad, la madrugada de este viernes 27 de mayo.
El resultado de esto es un recorte sustancial de cerca de 50 millones de pesos al año –unos 2.272.727 euros- y la desaparición de cinco áreas: la Unidad Técnica de Fiscalización, el Centro de Formación y Desarrollo, la Unidad de Vinculación con Organismos Externos, la Unidad de Género y Derechos Humanos, y la Unidad Técnica de Archivo, Logística y Atención a Órganos Desconcentrados.
Así, quedó reducida en un 60% la estructura que se encarga de la organización de las elecciones en la capital del país, además de recortar, se calcula, cuando menos 100 plazas de trabajo, en lo que ha sido considerado por la oposición como el mayor golpe a un instituto democrático en la historia de la ciudad.
La Comisión de Asociaciones Políticas, por ejemplo, se fusionaría con Fiscalización, igual que la de Género con la de Derechos Humanos, Educación Cívica y la de Construcción Ciudadana.
La reforma afecta 40 artículos contenidos en el Código de Instituciones y Procedimientos Electorales y fue presentada por el diputado Carlos Hernández Mirón, de Morena, el 17 de febrero de 2022, ante la Comisión de Asuntos Político Electorales.
Hernández expuso que de acuerdo con la reforma constitucional en materia político electoral que data de 2014, y que se relaciona con una reestructuración y redistribución de funciones en las entidades electorales estatales, varias funciones de éstas fueron absorbidas por el Instituto Nacional Electoral (INE). Así las cosas, diversas áreas del IECM carecerían de sentido desde ese momento.
Un ejemplo es la acción de fiscalización a los partidos políticos, que pese a haber sido federalizada, el IECM mantuvo abiertas las áreas responsables de operarla. Y además de esto, arguye, “se incrementó su gasto en el capítulo 1000 (pago a trabajadores) un 14.93%, y 85.3% en gasto de materiales y suministros en entre 2016 y 2022 que corresponde periodos no electorales”.
Toda esta embestida del socialismo blando de AMLO, va de la mano de sus ataques casi cotidianos al Instituto Nacional Electoral (INE), al que no oculta que desea demoler y no dejar piedra sobre piedra, por considerarlo “neoliberal, corrupto, y al servicio del conservadurismo”.
AMLO hace todo por tripular la autonomía del INE, porque su proyecto de Gobierno se trata sobre todo, de acabar con aquello lo que no se somete a un control central, e incluso esto incluye subordinar al Poder Legislativo y al Poder Judicial, al Poder Ejecutivo. Más exactamente, a su presidencia.
“Morena espera con ansias que el Pleno de este Congreso mate en esta sesión al organismo público electoral de la capital del país. Parece que el partido oficial tiene miedo a la democracia de la ciudad. Con esta profunda transgresión a nuestro orden jurídico institucional comienza en nuestro país el desmantelamiento de organismos e instituciones”, declaró al respecto el diputado del Partido Acción Nacional (PAN), Ricardo Rubio Torres.
