Joe Biden ha prohibido este martes la entrada en el país de varios funcionarios del régimen nicaragüense, entre ellos el propio tirano Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo, por sus «represivas» acciones contra otros actores políticos y de la sociedad civil durante las cuestionadas elecciones del 7 de noviembre, que han sido reprobadas por la mayoría de la comunidad internacional
La decisión, ha asegurado Biden, viene motivada por «la importancia» para Estados Unidos «de impulsar procesos democráticos en Nicaragua» y «ayudar al pueblo nicaragüense a lograr sus aspiraciones democráticas».
«Las acciones autoritarias y antidemocráticas del Gobierno de Ortega han paralizado el proceso electoral y despojado del derecho de los ciudadanos nicaragüenses a elegir a sus líderes en elecciones libres y justas», ha explicado a través de un comunicado la Casa Blanca.
Biden ha enumerado las violaciones y tropelías que el régimen de Daniel Ortega ha cometido contra líderes de la oposición y de la sociedad civil, así como representantes de organizaciones estudiantiles, a quienes, entre otras cosas, apunta, no se les ha garantizado su derecho a un juicio justo.
«El Gobierno de Ortega controla múltiples servicios de seguridad, incluidos parapoliciales no uniformados, armados y enmascarados, que abusan de las personas para promover su agenda autoritaria», ha expuesto Biden.
Además de Daniel Ortega y Rosario Murillo, la prohibición de entrar en Estados Unidos también recae en varios funcionarios de la dictadura nicaragüense, entre ellos alcaldes, vicealcaldes o secretarios políticos; agentes de seguridad, militares, altos miembros de la judicatura, personal administrativo y ministerial, e incluso personal docente, así como los familiares de todas estas personas.
«Los funcionarios municipales, actuando bajo órdenes directas del Gobierno de Ortega, han dirigido la violencia contra manifestantes a favor de la democracia (…). El clima de miedo establecido y perpetuado por estos funcionarios municipales ha disminuido la posibilidad de elecciones libres y justas», apunta.