«Semejantes suposiciones paranoicas no solo perjudican las relaciones ruso-estadounidenses -ha señalado el portavoz del Kremlin-; también dañan a los propios Estados Unidos», dice el portavoz de la Presidencia, Dmitri Peskov.
En su día, cuando la ‘trama rusa’ aún conservaba algo de la frescura de sus inicios, el presidente ruso Vladimir Putin se permitió algunas bromas al respecto de su poder para decidir el destino de los Estados Unidos en una comentada rueda de prensa. Pero una broma es una broma, y esta ya ha durado bastante.
Y, claro, se han hartado de que para tirar piedras contra el tejado de la Casa Blanca les usen a ellos como los malos de este ridículo guion, así que este jueves el portavoz de la Presidencia, Dmitri Peskov, ha calificado de «suposiciones paranoicas» la enésima reedición de esta conjura para necios, las denuncias de intromisión rusa en los procesos electorales de democracias occidentales contenidas en un informe elaborado por el equipo del senador demócrata estadounidense Ben Cardin.
«Semejantes suposiciones paranoicas no solo perjudican las relaciones ruso-estadounidenses -ha señalado el portavoz del Kremlin-; también dañan a los propios Estados Unidos».
Lo que dice el informe de marras les sonará: difundido por los demócratas del Congreso americano, alerta ante la injerencia rusa en los procesos electorales de países de toda Europa, incluidos España, Alemania, Holanda o los países bálticos, y propone una alianza internacional para defender la democracia. Porque, naturalmente, que Estados Unidos sea indeciblemente más poderoso que Rusia y tenga intereses en todo el globo no debería llevar a nadie a pensar que, no sé, quizá ellos hayan tenido alguna vez alguna influencia en elecciones ajenas. O golpes de Estado.
Peskov llamó, no sin razón, a esta trama «obsesión», y recordó que algo asó no conduce precisamente a «condiciones confortables para la vida y el desarrollo social».
El senador Cardin, responsable demócrata del Comité de Relaciones Internacionales en la Cámara, cree que Trump está «desperdiciando una oportunidad» de liderar esa coalición de «defensa colectiva», añadiendo que «no es demasiado tarde». Tampoco es tarde para recordar que la CIA dispone del arsenal más completo y sofisticado de ‘guerra cibernética’ que le permite, entre otras cosas, vigilarle ahora mismo a usted desde la pantalla de su móvil, ordenador o televisor inteligente, o disfrazar un ataque informático de forma que parezca proceder de un país distinto.
Y, claro, se han hartado de que para tirar piedras contra el tejado de la Casa Blanca les usen a ellos como los malos de este ridículo guion, así que este jueves el portavoz de la Presidencia, Dmitri Peskov, ha calificado de «suposiciones paranoicas» la enésima reedición de esta conjura para necios, las denuncias de intromisión rusa en los procesos electorales de democracias occidentales contenidas en un informe elaborado por el equipo del senador demócrata estadounidense Ben Cardin.
«Semejantes suposiciones paranoicas no solo perjudican las relaciones ruso-estadounidenses -ha señalado el portavoz del Kremlin-; también dañan a los propios Estados Unidos».
Lo que dice el informe de marras les sonará: difundido por los demócratas del Congreso americano, alerta ante la injerencia rusa en los procesos electorales de países de toda Europa, incluidos España, Alemania, Holanda o los países bálticos, y propone una alianza internacional para defender la democracia. Porque, naturalmente, que Estados Unidos sea indeciblemente más poderoso que Rusia y tenga intereses en todo el globo no debería llevar a nadie a pensar que, no sé, quizá ellos hayan tenido alguna vez alguna influencia en elecciones ajenas. O golpes de Estado.
Peskov llamó, no sin razón, a esta trama «obsesión», y recordó que algo asó no conduce precisamente a «condiciones confortables para la vida y el desarrollo social».
El senador Cardin, responsable demócrata del Comité de Relaciones Internacionales en la Cámara, cree que Trump está «desperdiciando una oportunidad» de liderar esa coalición de «defensa colectiva», añadiendo que «no es demasiado tarde». Tampoco es tarde para recordar que la CIA dispone del arsenal más completo y sofisticado de ‘guerra cibernética’ que le permite, entre otras cosas, vigilarle ahora mismo a usted desde la pantalla de su móvil, ordenador o televisor inteligente, o disfrazar un ataque informático de forma que parezca proceder de un país distinto.
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