Pence, cuya simpatía por el sionismo nunca ha permanecido oculta, se ha mostrado convencido de que Jerusalén debe ser reconocida como capital de Israel.
Un amplio sector de la sociedad israelí ha acogido con alborozo la política exterior del presidente de Estados Unidos, Donald Trump; política exterior que, en lo referido a Oriente Medio, parece consistir en satisfacer los deseos del Estado hebreo. Así, el republicano ha manifestado, en repetidas ocasiones, su pretensión de apoyar incondicionalmente al pueblo judío y ha pronunciado vehementes alocuciones contra Irán, principal enemigo de Israel en la región.
Es por ello por lo que la visita del vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, no ha provocado sino entusiasmo entre los hebreos. Un entusiasmo que se ha percibido en el discurso que ha ofrecido en la Knésset este lunes. En él, la mano derecha de Trump ha reivindicado el compromiso del Gobierno norteamericano con la paz y ha anunciado cuándo se producirá el traslado de la embajada de EEUU en Israel a Jerusalén.
En este sentido, Pence, cuya simpatía por el sionismo nunca ha permanecido oculta, se ha mostrado convencido de que Jerusalén debe ser reconocida como capital de Israel: ‘Jerusalén es la capital de Israel y, por eso, Trump ha dado indicaciones al Departamento de Estado para que empiece las preparaciones del traslado de la embajada de Estados Unidos’.
Unas declaraciones, las del vicepresidente, que han suscitado la ira de los parlamentarios árabes. De este modo, los diputados de ‘Lista Común’, tercera fuerza de mayoría palestina, han alzado una pancarta, ilustrada con el famoso Domo de la Roca, en la que se podía leer ‘Jerusalén, capital de Israel’. Tales han sido las dimensiones de la algarada que estos la seguridad ha habido de expulsar a estos parlamentarios de un pleno cuya tónica general ha sido, no obstante, el entusiasmo.
Asimismo, el vicepresidente Pence ha asegurado que el propósito que ha motivado la decisión de Trump de reconocer la capitalidad de Jerusalén es la búsqueda de la ‘paz’. En esta línea, ha manifestado, contundente, que Washington ‘elige los hechos sobre la ficción’, ‘pues son la única base para una paz justa y duradera’; una paz con la que Estados Unidos está ‘plenamente comprometido’.
Respecto a la administración de los lugares sagrados jerosolimitanos, el segundo de Trump, a quien los medios acostumbran a motejar de ‘ultraconservador’, no ha podido ser más rotundo: ‘Al anunciar esta decisión sobre Jerusalén, el presidente pide a todas las partes que se mantenga el statu quo sobre los lugares sagrados’.
Elogios a Pence
Las palabras del vicepresidente de Estados Unidos han sido acogidas con regocijo por las autoridades israelíes, que agradecen, por lo general, el respaldo ofrecido por la actual administración norteamericana. De este modo, tanto el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, como el presidente del país, Reuven Rivlin, han dedicado ditirámbicas palabras a Pence.
En este sentido, Netanyahu ha agradecido a Pence sus ‘conmovedoras palabras’ ante el Parlamento israelí, así como ha destacado el incondicional compromiso del estadounidense ‘con la libertad’ y con ‘la alianza entre Estados Unidos e Israel’
Por su parte, Rivlin ha manifestado, en un comunicado, la necesidad de que el resto de países del mundo sigan el ejemplo de Estados Unidos y reconozcan, en consecuencia, a Jerusalén como capital de Israel: ‘Debemos pasar de estar a la defensiva a tomar la iniciativa y hacer un llamamiento claro a las naciones del mundo para que dejen de boicotear a Jerusalén como capital de Israel. Han pasado setenta años, este boicot no tiene justificación, y nuestros aliados deben unirse a los Estados Unidos’.
