Luego de dos vacancias frustradas en el Congreso en apenas ocho meses, a la oposición, representada por las bancadas de Renovación Popular, Avanza PaĆs y Fuerza Popular, no le queda otra salida que reinventarse y cambiar de estrategia polĆtica, pues hasta el momento es imposible contar con los 87 votos necesarios para destituir a Pedro Castillo de la presidencia del PerĆŗ.
Y es que a pesar de la ārupturaā en la bancada oficialista -PerĆŗ Libre perdió cinco congresistas a finales de 2021 por diferencias con la lĆnea del partido-, la bancada que formaron sus exintegrantes, PerĆŗ DemocrĆ”tico -liderada por Guillermo Bermejo, acusado de pertenecer a remanentes terroristas-, vota siempre en defensa de los intereses del Ejecutivo. Lo mismo hace el partido socio del gobierno, Juntos por el PerĆŗ, un grupo que olvida rĆ”pidamente su agenda pro LGTB y feminista si se les ofrece un ministerio.
Por otro lado, Acción Popular (AP) y Alianza para el Progreso (APP), las bancadas de ācentroā que definen las votaciones en el Pleno por tener una cantidad significativa de congresistas, han mostrado una actitud ambigua, aunque tambiĆ©n cómplice. La centroizquierda -se hace llamar ācentro republicanoā-, encarnada en el Ćnfimo -pero no irrelevante- Partido Morado, siempre ha jugado en pared con el oficialismo, bajo el eufemismo del āvoto crĆticoā y la āvigilanciaā.
Todas estas posturas mencionadas quedaron evidenciadas el lunes 28 por la noche cuando se votó la moción de vacancia presidencial por incapacidad moral permanente: PerĆŗ Libre (32), PerĆŗ DemocrĆ”tico (7) y Juntos por el PerĆŗ (5) votaron en contra, mientras que los ācentristasā exhibieron sus diferencias internas, pues tanto en AP como APP hubo votos a favor, en contra y abstenciones.
āAlgo positivo de la derrota del segundo intento de vacancia del lunes es que ya sabemos meridianamente quiĆ©n es el personal domĆ©stico de Castillo en el Congresoā, opinó en su columna de PerĆŗ 21 el periodista Aldo MariĆ”tegui.
Para MariĆ”tegui, entre los que votaron en contra de la vacancia habrĆa que diferenciar a aquellos que lo hacen por simpatĆas ideológicas, como las congresistas moradas Flor Pablo y Susel Paredes, a los militantes del oficialismo y sus aliados, y los que habrĆan sido ācomprados con obras y prebendasā, esto en alusión al caso āLos NiƱosā, cinco congresistas de Acción Popular que han sido seƱalados por la aspirante a colaboradora eficaz, Karelim López, de brindar su apoyo a Pedro Castillo a cambio de contratos millonarios en el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC).
āEntre estos sirvientes de Castillo deben de existir muchos mĆ”s āNiƱosā; o sea, mucho mĆ”s de esos parlamentarios comprados montesinistamente con obras y prebendas, por lo que, ademĆ”s, ya sabemos tras esta votación en quiĆ©nes focalizar todo escrutinio para detectar a nuevos pillosā, seƱaló MariĆ”tegui, haciendo referencia a las prĆ”cticas corruptas del exasesor fujimorista Vladimiro Montesinos, que compraba congresistas con millonarios sobornos.
‘La oposición ha quedado golpeada’
Para Javier Bedoya, abogado y analista polĆtico, las decisiones apresuradas de la oposición, impulsando hasta el momento dos intentos para destituir a Castillo, sin asegurar los votos necesarios, estĆ” provocando que la figura de la vacancia presidencial quede desgastada, dejando como ganador virtual de este enfrentamiento entre el Ejecutivo y el Legislativo al primero.
āUno de los errores del Congreso, ademĆ”s de la falta de consenso, es cómo se presentaron las dos mociones de vacancia: la primera, con un afĆ”n de protagonismo de parte de la congresista Patricia Chirinos, de Avanza PaĆs, que presentó la propuesta en medio de una intervención en el Pleno sin haber consultado con su propia bancada y otras de la oposición. La segunda, impulsada por Jorge Montoya de Renovación Popular, tuvo el error de dejar pasar mucho tiempo entre la admisión y el debate. Es irresponsable y peligroso manosear demasiado la figura de la vacancia presidencial, desgastarla al punto que la población la verĆ” como una propuesta poco seria, no constitucional, sino impulsada por animadversión o rencilla personal hacia Castilloā, advierte.
āCastillo no necesariamente sale favorecido tras esta segunda moción que buscaba destituirle, pero la oposición ha quedado muy golpeada, y la figura de vacancia manoseada, desgastada por el momentoā, agrega Bedoya.
QuizĆ” el problema principal de la oposición peruana es que es percibida, como indica Pedro Castillo en sus arengas, como un grupo minoritario -asĆ no se ajuste a la realidad-, un mito soportado por la gran prensa y opinólogos que favorece el relato oficialista de que PerĆŗ Libre ganó por mayorĆa, cuando la diferencia de votos entre Pedro Castillo y Keiko Fujimori fue apenas de 44.263 sufragios.
Cambiar de estrategia polĆtica, no solo reduciendo a la oposición a la derecha capitalina y mesocrĆ”tica, sino acercĆ”ndose a los gremios afectados por el alza de combustibles y fertilizantes, a los pequeƱos y micro empresarios, serĆa una salida que podrĆa ayudarle a la oposición a recuperar espacios y conseguir ese respaldo popular del que pareciese carecer.