La Agenda España impulsada por VOX denuncia que uno de los pilares fundamentales de la agenda globalista es la «estigmatización del modo de vida rural», del campo, de sus habitantes y de su estilo de vida.
VOX sostiene que la repoblación de las zonas rurales es crucial para garantizar la prosperidad y la vertebración de todas las regiones, por lo que propone impulsar «la creación y el crecimiento de empresas en la economía rural concediendo incentivos fiscales» y reforzar las infraestructuras de transporte para garantizar la rápida conexión de cualquier núcleo rural con servicios públicos básicos como centros sanitarios o educativos.
También aboga por garantizar que el agua sea un recurso accesible a todos los españoles, y por la defensa de la caza como actividad esencial para el control de las poblaciones y para la protección de las explotaciones agrícolas y de los festejos taurinos y las tradiciones populares.
Contra la competencia desleal que acosa a la industria nacional
Asimismo, la Agenda España censura el acoso a la industria nacional a través de la competencia desleal y la «religión climática», y manifiesta que los obstáculos impuestos por parte del globalismo han debilitado el tejido productivo y han generado una reducción generalizada de salarios. «España no puede someter a sus empresas a restricciones regulatorias o fiscales abusivas ni permanecer callada ante una política comercial de la Unión Europea que no garantiza una competencia leal y justa con los terceros países», asevera.
La formación liderada por Santiago Abascal afirma que las iniciativas promovidas por el globalismo suponen la desaparición de numerosas explotaciones agrícolas y ganaderas, destruyen miles de puestos de trabajo y aceleran el drama de la despoblación en la España abandonada por los Gobiernos del PSOE y del PP.
En este sentido, subraya que las empresas españolas hoy están sometidas a una normativa asfixiante que les hace competir en inferioridad de condiciones y pide «compensarlas con la imposición de aranceles y barreras a la entrada de todo producto que no cumpla con las normas que asfixian a los productores».
Por ello, para VOX «España debe desmarcarse de toda legislación internacional» que culpabilice a sus productores de los problemas medioambientales mientras exonera a países que lideran las estadísticas de contaminación como China y asegurar que los productos extranjeros están sometidos a las mismas regulaciones y normativas que han de cumplir las empresas españolas.
La Agenda España aboga por reforzar de los controles fronterizos para todos los productos de terceros países
que lleguen al mercado español, por vigilar de manera rigurosa el etiquetado para prevenir el fraude y por defender el comercio local y el producto nacional frente a las grandes multinacionales y franquicias que eluden sus obligaciones fiscales e impiden a los pequeños comerciantes españoles acceder al mercado en condiciones de igualdad. También propone el refuerzo de la acción diplomática y consular para proteger y ayudar a los trabajadores españoles en el extranjero.
Asegurar la soberanía energética
En la misma línea, VOX cree que España debe asegurar con todos los medios a su alcance su soberanía energética [porque el suministro energético de todos los españoles no puede depender de la especulación de terceros países] y contar con una energía «barata, sostenible, eficiente y limpia que asegure unos precios de la luz asequibles para las familias y empresas españolas».
Así, exige la supresión de los impuestos que pesan sobre la factura de la luz y que fueron establecidos por los sucesivos gobiernos del bipartidismo que asumieron los costes del desarrollo de las energías renovables, «costes que siguen pagando los españoles con la factura más cara de la historia» y «detener el cierre súbito de plantas industriales y energéticas provocado por las imposiciones de la nueva religión climática».