«Ser es defenderse», RAMIRO DE MAEZTU
EL RƉGIMEN PREPARA OTRO FRAUDE

El chavismo lleva a la oposición al redil electoral para someterla

La oposición al chavismo en Venezuela estĆ” siendo encaminada -nuevamente- a aceptar un ā€œpeor es nadaā€ de cara a la convocatoria a unas votaciones para elegir Gobernadores y Alcaldes a finales de este aƱo. El objetivo -obvio incluso para el ojo menos entrenado- consiste en abrir una pequeƱa vĆ”lvula de escape, ceder algunos espacios polĆ­ticos sin importancia y lavar la cara del chavismo en el plano internacional, para que este pueda seguir gobernando al menos por un par de aƱos mĆ”s.

El repertorio de opciones del ā€œpresidente interinoā€ Juan Guaidó parece haberse agotado. Ni la coordinación de llamados masivos a la calle, ni los emplazamientos a las fuerzas militares y policiales del rĆ©gimen a ponerse del ā€œlado correcto de la historiaĀ», ni coordinación de acciones subversivas relĆ”mpago para tomar el poder, ni los diĆ”logos para negociar rendiciones con el chavismo, ni la espera para que la comunidad internacional actĆŗe han logrado, por ahora, el objetivo de desplazar a Maduro de Miraflores.

Esto es lo que, probablemente, ha llevado a Guaidó a presentar su ā€œAcuerdo para la Salvación Nacionalā€. Un plan poco novedoso que luce mĆ”s como una capitulación ante el rĆ©gimen y las realidades que Ć©ste ha impuesto que otra cosa. La propuesta surge en medio de una clara operación montada desde dentro y fuera de Venezuela para justificar la concurrencia de ciertos sectores opositores a una nueva cita electoral en diciembre.

La opción es mercadeada por creadores de opinión a nivel nacional e internacional como lo mejor posible entre todo lo malo existente: el chavismo ha accedido a dar dos rectores en el Consejo Nacional Electoral a representantes de la oposición proclive a las tesis electoralistas y, ademÔs, Maduro y sus interlocutores han dicho aceptar (no con pocos peros) el llamado de Guaidó a establecer nuevamente un diÔlogo.

Al final del día los promotores de la idea de que la oposición debe volcarse de lleno a la arena electoral, sin mirar mucho las condiciones, arguyen que de poco ha servido poner los huevos en la canasta de la vía insurreccional, puesto que ésta no ha rendido frutos ni desde dentro ni desde fuera de Venezuela.

Tal es el caso del excandidato presidencial opositor y promotor de la participación electoral, Henrique Capriles, quien el fin de semana pasado ha declarado a El PaĆ­s que: ā€œLo que se logra con el nuevo Consejo Nacional Electoral [CNE], que yo dirĆ­a que es el menos malo en 22 aƱos porque en Venezuela toda la institucionalidad tiene una carga de desconfianza, es un paso de muchos otros que hay que dar (…) Se le engañó a la gente cuando se le dijo que todas las opciones estaban sobre la mesa. AquĆ­ nunca estuvo planteada una solución de fuerza, pero se alimentó ante la frustración de la gente.ā€

El último año Capriles ha decidido tomar el camino de ofrecerse como una alternativa al liderazgo que protagoniza Guaidó. ¿Su planteamiento? Asumir que solo es posible hacer oposición efectiva ante Maduro utilizando la participación electoral como medio de lucha, incluso si ésta solo sirve para acumular pequeños espacios de poder. En mÔs de una ocasión el ex gobernador del Estado Miranda (centro-norte del país) ha dicho no creer en salidas de fuerza.

El argumento de que la ā€œrecomposiciónā€ del CNE es suficiente para producir cambios importantes en el truculento sistema electoral venezolano, abriendo una invitación a participar de cualquier proceso de votaciones que organice el chavismo, suena con insistencia incluso fuera del paĆ­s latinoamericano.

En dĆ­as pasados el Titular de Asuntos exteriores de la Unión Europea (UE), Josep Borrell, ha insistido en la idea de que, con la suma de estos dos opositores al CNE y el llamado al ā€œAcuerdo de Salvación Nacionalā€ de Guaidó, se ha dado un buen ā€œprimer pasoā€. Para el socialista ya de por sĆ­ las elecciones regionales y municipales plantean una ā€œbuena ocasión por delanteā€ para destrancar el juego en Venezuela. En ningĆŗn caso Borrell ha asomado que pretenda abanderar una polĆ­tica de exigencias para que Maduro acceda a contarse, en una eventual elección presidencial.

En medio de todo esto el Diputado Américo de Grazia ha asomado a comienzos de semana su intención de volver a Venezuela en el mes de junio, para emprender el comienzo de la campaña en el contexto de su candidatura a la Gobernación del Estado Bolívar (al sur del país).

De Grazia, hoy en el exilio en Italia, tradicionalmente ha defendido posturas de confrontación abierta al rĆ©gimen chavista, especialmente por los actos de corrupción derivados de la explotación del oro y otros metales en el llamado ā€œArco Mineroā€; pero ahora parece haber cambiado de estrategia, al seƱalar que el combate a Maduro se debe dar por la vĆ­a electoral y, al menos en principio, a travĆ©s de las elecciones regionales que el mismo rĆ©gimen ha puesto sobre la mesa.

Por otra parte, el Comisionado para la Seguridad Ciudadana e Inteligencia del Gobierno Interino, IvÔn Simonovis, le ha presentado su renuncia a Juan Guaidó este lunes. Simonovis fue preso político del régimen por casi 15 años, logrando escapar de un arresto domiciliario y de Venezuela en 2019.

El exfuncionario policial es conocido por mantener posturas de combate frontal y línea dura contra Maduro, promoviendo su cese en funciones por medios subversivos, si es que es necesario. ¿Puede acaso interpretarse su adiós al gobierno interino como una muestra de desaprobación frente a una política electoralista que estÔ por venir desde el entorno de Guaidó?

El caso es que, en medio de la promoción del ā€œAcuerdo de Salvación Nacionalā€, Guaidó ha dicho que ni asume como vĆ”lido al nuevo CNE (puesto que fue nombrado por una Asamblea Nacional paralela a la que Ć©l preside), ni estarĆ­a dispuesto a aceptar el camino electoral de Maduro si es que Ć©ste no plantea una elección presidencial.

Sin embargo, el rĆ©gimen no ha asomado hasta ahora la realización de una elección presidencial y parece muy difĆ­cil que lo haga. ĀæSerĆ” obligado Guaidó a encuadrarse dentro de una polĆ­tica de ā€œexigencias mĆ­nimasā€, encarnada en la participación en unas elecciones que solo sirva para escoger nuevos Gobernadores y Alcaldes?

El camino al calvario ya ha comenzado. Y varios de los opositores al chavismo, en medio de la sequĆ­a de logros tangibles que ha supuesto el ā€œgobierno interinoā€ por espacio de mĆ”s de 2 aƱos, podrĆ­an tener la oportunidad perfecta para encuadrarse en la jugada electoralista del rĆ©gimen.

Los próximos meses serĆ”n cruciales, pero podrĆ­amos estar en presencia de una operación en la que muchos opositores decidan ensayar una vĆ­a electoral trucha, porque ā€œpeor es nadaā€.

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