“Encuentre el fraude”, dijo el aún presidente Donald Trump en tono imperativo y amenazante a un alto funcionario del estado de Georgia. El prestigioso Washington Post lo publicó, los demás medios lo reprodujeron con gran indignación y la cita, junto con otras de similar cariz incluidas en el mismo reportaje, se incluyó en el documento que justificó su juicio político en el Congreso.
Solo que Trump nunca lo dijo, como vienen a demostrar las grabaciones de la conversación, y el rotativo capitalino, que aún vive de su cobertura del Watergate, tuvo que rectificar, cuando ya no sirve para nada.
El expresidente ha respondido a la rectificación tardía y desganada del Post con un comunicado que vale la pena reproducir ‘in toto’:
“The Washington Post acaba de publicar una corrección relativa a los contenidos de la llamada telefónica incorrectamente reproducida que tuve con respecto al fraude electoral en el Gran Estado de Georgia. Aunque aprecio la rectificación del Washington Post, que convierte inmediatamente la Caza de Brujas de Georgia en una no-noticia, la historia original fue un Montaje, desde el mismo principio. Apreciaría, asimismo, una sólida investigación en el Condado de Fulton, Georgia, y estoy convencido de que la sólida investigación de la maquinaria política de Stacey Abrams en el Condado de Fulton cambiaría totalmente el curso de la elección presidencial en Georgia.
El Condado de Fulton no ha sido adecuadamente auditados en cuanto a la verificación del voto o las firmas. Solo investigaron en áreas del estado donde era más probable que hubiera pocos problemas, y aún así encontraron un gran número de errores. Estamos intentando descubrir y revelar el fraude a gran escala que se dio en Georgia. Muchos residentes están de acuerdo, y su rabia les llevó a no presentarse a votar por dos senadores republicanos en las elecciones de enero.
El Decreto de Consentimiento firmado entre Raffensperger y Stacey Abrams no fue aprobado por la Legislatura del Estado de Georgia y, por tanto, debería considerarse inválido y rectificados los resultados. Por qué el Gobernador y Raffensperger llegaron a aprobar este Decreto de Consentimiento es una de las grandes preguntas. Esperamos obtener una respuesta.
Habrán notado que los errores, omisiones, fallos y mentiras descaradas de los medios siempre se inclinan en la misma dirección, contra mí y contra los republicanos. Mientras, se entierran, se ignoran o se retrasan hasta que no puedan causar efecto -por ejemplo, cuando la elección ya está decidida- las noticias que perjudican a los demócratas o desmienten su relato. Basta citar la negativa a cubrir la vacuna que precedió a las elecciones y a la tardía celebración de esa misma vacuna una vez que las elecciones habían concluido. Una democracia fuerte exige una prensa justa y honesta. Esta última parodia mediática recuerda que los negocios mediáticos convencionales deberían considerarse entidades políticas, no empresas periodísticas. En cualquier caso, agradezco al Washington Post la rectificación”.
Lo que le falta a Trump por decir es que resulta más que dudoso que el diario hubiera publicado la citada rectificación sino existiera la grabación que la contradice, y el daño real, inmediato y transcendente políticamente que puede causar una información amañada en el proceso institucional. El ‘dato’ aportado por el Post se incluyó como ‘prueba’ en el documento de las causas del ‘impeachment’, y este podía perfectamente haber apartado definitivamente a Trump de la vida política americana, por no hablar del daño a su imagen y a la de su movimiento.
De hecho, la rectificación llega con dos meses de retraso, cuando ya no le importa a nadie ni va a cambiar nada. Y pretender que los periodistas del diario propiedad de Jeff Bezos, fundador de Amazon y uno de los diez hombres más ricos del planeta, no se dieron cuenta del ‘error’ hasta este momento es pretender demasiado de la credulidad humana.
Lo que dijo Trump, por cierto, en la conversación de marras al funcionario de Georgia fue que realizara un minucioso escrutinio de las papeletas en el Condado de Fulton, y que así encontraría pruebas de “deshonestidad”, añadiendo que esa labor era “la más importante en el país ahora mismo”.
