Madrid cuenta con más de 600 locales de apuestas o juego, la mayoría se concentran en los barrios con rentas más bajas como Puente de Vallecas, Tetuán, Carabanchel, Ciudad Lineal y Usera. Y todo pese a la moratoria anunciada en noviembre de 2019 por el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso, que aseguró que había «una concentración excesiva en determinados distritos, y una edad de acceso que genera luego ludópatas cuando son mayores».
La licencia en Madrid para abrir un establecimiento para apuestas era prácticamente libre, no establecía distancias mínimas entre locales de apuestas o con colegios y hospitales. Y pese a la moratoria, Madrid tuvo en 2020 una veintena más de locales que en 2019.
En este contexto, VOX se ha comprometido a poner un límite a la «desproporcionada proliferación» de estas casas de apuestas en la región, a regular la concesión de licencias y a exigir que los establecimientos estén a más de 200 metros de los centros de enseñanza. Rocío Monasterio, candidata de la formación a la presidencia de región, ha reiterado que es «necesario» que ha haya barrios más habitables en los que proliferen los pequeños comercios, no las casas de apuestas.
Y ha recordado que el ministro de Consumo, Alberto Garzón, se comprometió a abordar el problema, pero sus promesas «se han convertido en papel mojado». «Nuestros barrios no son un casino, los progres compadrean con las casas de apuestas», ha señalado, al tiempo que mantiene que VOX «fomentará un ocio saludable, basado en el deporte, la cultura y la familia».
Las asociaciones que luchan contra la ludopatía señalan que aunque hace unos años el perfil medio de un ludópata era de un hombre casado entre los 35 y 45 años, hoy llegan a sus manos casos de jóvenes de menos de 25 años, estudiantes o parados sin responsabilidades familiares y alertan de que en España es el país con la tasa más alta de ludópatas entre 14 y 21 años de toda Europa. En este sentido, estiman que van en aumento las consultas sobre menores de edad que pese a las prohibiciones y barreras consiguen jugar, apostar y en muchos casos sufrir los trastornos propios de la ludopatía.
La Federación Española de Jugadores de Azar Rehabilitados (FEJAR), que agrupa a asociaciones que desde distintos tratamientos buscan la rehabilitación del ludópata con una formula que es el sistema de «Autoayuda y Ayuda Mutua», recuerda que la ludopatía es una enfermedad que la Organización Mundial de la Salud (OMS) clasifica en el CIE-10 dentro de los Trastornos de los hábitos y del control de los impulsos, y que interfiere de forma grave en la vida cotidiana del paciente a nivel familiar, social y laboral.
Los expertos alertan sobre el peligro de este fenómeno en los jóvenes porque ven «dinero fácil». A su juicio, «creen que tienen el control» pero cabe enseñarles «que eso es lo que las casas de apuestas quieren que creas». «Hay que hacerles comprender que no hay nada gratis. Todo cuesta esfuerzo», añaden.
Según la Dirección General de Ordenación del Juego, las casas de apuestas en España cuentan con cada vez más usuarios. Así, los operadores obtuvieron en 2020 dividendos superiores a los 850 millones de euros, un 14% más que el año anterior y un 21% más que en 2018.
